El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, se ha convertido en el centro de atención en Brasil tras ser el responsable político del operativo policial más letal en la historia de la ciudad, que el pasado martes dejó más de un centenar de muertos. Mientras diversos sectores debaten sobre la legalidad y consecuencias del operativo, Castro defendió la acción, calificándola como un “duro golpe al crimen organizado” y rechazó las críticas del gobierno de Lula da Silva, cuyo ministro de Justicia afirmó estar “aterrado” por el elevado número de fallecidos.
El operativo, dirigido contra el grupo criminal Comando Vermelho en las favelas de Penha y Alemão, habría dejado un saldo oficial de 119 muertos, aunque la Defensoría Pública registró hasta 132 decesos, entre ellos cuatro policías. Castro insistió en que, exceptuando las vidas policiales perdidas, la operación fue un éxito.
El gobernador acusó al gobierno de Lula de abandonarlo en la ejecución del operativo, afirmando que se trata de “una guerra que trasciende la seguridad pública” y solicitó apoyo, incluso de las Fuerzas Armadas, para enfrentar esta lucha que considera supera el ámbito policial tradicional. Según él, Río de Janeiro está solo en esta batalla.
Cláudio Bomfim de Castro e Silva nació en Santos en 1979, pero su vida y carrera se han desarrollado principalmente en Río de Janeiro, donde estudió Derecho en la Universidad Federal y graduó en 2005. Su carrera política comenzó en 2004 como jefe de gabinete de un concejal de Río y tuvo su primer cargo electo como concejal en 2016, con el Partido Social Cristiano (PSC).
En 2018 fue elegido vicegobernador acompañando a Wilson Witzel, y en 2020 asumió como gobernador interino tras la suspensión de Witzel por acusaciones de corrupción. Castro fue nombrado gobernador titular en 2021 luego de la destitución definitiva de Witzel.
Más allá de su faceta política, Castro es un hombre religioso activo en la Renovación Carismática Católica y cantante de música cristiana, con dos discos grabados. Su perfil de fe le ha permitido conectar con comunidades católicas y evangélicas, sectores que han adquirido influencia política significativa en Brasil.
En 2021, Castro abandonó el PSC y se unió al Partido Liberal (PL), liderado por Jair Bolsonaro, con quien mantiene una relación estrecha. Ha adoptado una postura de mano dura en seguridad, promoviendo amplios operativos policiales que han generado críticas por supuestas violaciones a derechos humanos y falta de transparencia.
Su agenda política también incluye posiciones conservadoras en temas sociales, oponiéndose al aborto y criticando públicamente a la comunidad LGBTI. Estas posturas han sido objeto de controversia y críticas en Brasil.
Actualmente, Castro está bajo investigación por presuntas irregularidades relacionadas con una trama de corrupción similar a la que llevó a la destitución de su predecesor. Sin embargo, ha ganado relevancia como líder clave de la derecha brasileña.
Se le considera un potencial candidato presidencial, especialmente porque Jair Bolsonaro, su principal referente, está inhabilitado para postular debido a una condena por intento de golpe de Estado. Castro ha afirmado que su único candidato es Bolsonaro y que, en caso de no poder presentarse, su partido apoyaría al designado por él.
Con su perfil combativo y cercano a Bolsonaro, Cláudio Castro se ha convertido en uno de los principales adversarios políticos del actual presidente Lula da Silva, situándose como una figura de gran peso en la escena política brasileña. (NP-Perplexity-Emol-Agencias)



