Con el objetivo de que la energía eléctrica sea un aporte para el país, al provocar menor impacto en el medio ambiente, mejorar la calidad de vida e incentivar la actividad económica y la productividad, Enel Generación cierra a fin de mes la central termoeléctrica de carbón Bocamina 1. Este no es un hecho aislado, sino que se enmarca en la política de descarbonización de la matriz energética y del giro hacia una matriz renovable, al reemplazar estas centrales contaminantes por renovables, para descontaminar y a la vez asegurar el abastecimiento que necesitan nuestras familias, ciudades e industrias.
Con el cierre anticipado de la central, se cumple la segunda etapa del fin de la generación a carbón de Enel en Chile, que comenzó en diciembre del año pasado con el término, también adelantado, de la Central Tarapacá y que culminará con el cierre de Bocamina 2 en mayo del 2022. Por otra parte, el crecimiento en energía renovable ha sido rápido, hoy tenemos un portafolio diversificado que cuenta con fuentes solares, eólicas, hidráulicas y geotérmicas y una capacidad de 4,7 GW renovables que crecerá en 2,4 GW adicionales para 2023. Para ese año Enel espera tener una capacidad de 7,1 GW en renovables. Es decir, de su matriz total un 77% provendría de energía verde.
Según datos de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), a noviembre de 2020 el 26,7% de la capacidad total instalada en Chile provenía de energías renovables, y si a estas les sumamos la energía hidráulica, se llega al 50,3% de la matriz.
Hemos sido pioneros. Datos del Coordinador Eléctrico muestran que la primera central eólica en el país se instaló el año 2007, con 18,2 MW, y fue Canela de Enel, mientras que la primera central geotérmica, diez años después, con 44,9 MW, Cerro Pabellón, donde también participa nuestra compañía. A noviembre de este año, los datos de Acera muestran que la capacidad instalada de ERNC llegó a 7.097 MW. El potencial de las renovables es inmenso, pues el norte de Chile tiene la radiación solar más alta del planeta y en el sur de Chile las plantas eólicas pueden alcanzar factores de carga de +60%. Por otra parte, las nuevas tecnologías han aumentado la eficiencia. Los costos de producir energía solar han disminuido en un 80% en diez años.
La producción crece de la mano de la descarbonización de la matriz y de los nuevos usos que se le están dando a la energía eléctrica. La industria —agrupada en Generadoras de Chile— pronosticó para 2030 un aumento de un 45% en la demanda de energía eléctrica y de un 202% para 2050. Este incremento va de la mano del fomento del Ministerio de Energía, que pretende que el 100% del transporte público y un 40% de los vehículos privados funcionen con electricidad a mitad de siglo.
Esta verdadera revolución de la industria renovable será una de las impulsoras de la reactivación económica, de la mano de la creación de nuevos puestos de trabajo. Para eso, Chile tiene que mantener su atractivo, que no viene solo de los rayos del sol o de la fuerza con que corren el viento y los ríos. También viene de nuestra mano de obra, que las empresas debemos reconvertir y capacitar, como se hizo con diez de los 28 trabajadores de Bocamina 1, que iniciarán un nuevo desafío en plantas renovables de la empresa. Por otra parte, las empresas eléctricas debemos arriesgarnos a innovar y meter tecnología para encontrar nuevas fuentes de energía eléctrica que cambiarán nuestra vida y el planeta. (El Mercurio)
Herman Chadwick Piñera
Presidente Enel Chile



