Aunque los detalles de este plan todavía no se conocen, medios oficiales chinos afirman que el primer paquete de inversiones, con un presupuesto de 300.000 millones de yuanes (US$ 49 mil millones), podría lanzarse en un mes.
El Gobierno chino tiene previsto financiar estos proyectos de infraestructuras, que incluyen construcción de ferrocarriles o de vivienda pública, a través de la emisión de bonos de deuda por parte del Banco de Desarrollo de China y al Banco de Desarrollo Agrícola.
Estas dos entidades, consideradas como dos de los brazos financieros a través de los que el Ejecutivo articula sus políticas, se encargarían de la emisión de los bonos y el Gobierno central pagaría los intereses, según el oficial Diario de Información Económica.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el principal órgano de planificación económica del país, dijo tras una reunión celebrada este miércoles que autorizará «pronto» a estos dos bancos a emitir bonos para financiar grandes proyectos de infraestructuras, publicó hoy el periódico oficial China Daily.
Según la prensa china, las autoridades pondrán énfasis en que las infraestructuras sean eficientes, con la mira puesta en que no se repita lo sucedido en anteriores paquetes de estímulo, que no trajeron los retornos esperados.
En 2009, para evitar un contagio de la crisis financiera internacional, Beijing realizó inversiones por valor de cuatro billones de yuanes (US$ 650 mil millones), que generaron un endeudamiento que aún atenaza las finanzas de las administraciones locales.
En este sentido, Beijing rebajó este año a un 7% su objetivo de crecimiento para buscar una economía más basada en el consumo y los servicios y menos en la inversión y la manufactura de bienes producidos por mano de obra barata.


