Chile expandirá su presencia en el Continente Blanco con la reapertura de la base aérea antártica Teniente Luis Carvajal Villarroel en enero de 2026. La instalación, administrada por la Fuerza Aérea de Chile (FACH), cesó operaciones hace una década y su reactivación se suma a las diez instalaciones que ya posee el país en la Antártica.
La base, ubicada en la Isla Adelaida, es la instalación chilena más al sur, situándose en la latitud 67°, dentro del Círculo Polar Antártico. Fue donada por el Reino Unido en 1984 y debe su nombre al primer mártir de la FACH en la Antártica.
La ministra de Defensa, Adriana Delpiano, destacó que la reactivación «refuerza la presencia» chilena y demuestra la capacidad de las Fuerzas Armadas para defender los intereses nacionales en un «continente de ciencia y de paz».
La base Carvajal cesó sus operaciones en la temporada 2014-2015 luego de que un estudio geológico en 2002 diera cuenta de la compleja situación de la zona de anevizaje, donde se detectaron grietas producto del cambio climático. Desde entonces, solo se realizaban mantenciones esporádicas.
Tras una inspección realizada en febrero de este año, la FACH determinó que la base volverá a operar con capacidad completa de 12 personas, incluyendo 10 uniformados y dos civiles. El equipo arribará en diciembre de 2025 para labores de recuperación y la activación final está prevista para enero de 2026.
IMPORTANCIA SOBERANA Y CIENCIA
El capitán de bandada Ernesto Inostroza, comandante de la base, subrayó que el objetivo de la reapertura es «hacer soberanía dentro del Círculo Polar Antártico» y reactivar los servicios de apoyo logístico y operaciones de búsqueda y rescate a la comunidad internacional.
Además, la base jugará un rol fundamental como soporte para el Instituto Antártico Chileno (Inach), brindando el «soporte de vida» necesario para que los científicos puedan extender sus estadías. Este apoyo se había visto limitado durante los diez años de inactividad de la base.
Actualmente, Chile mantiene cuatro bases permanentes (Frei, O’Higgins, Prat y Gobernación Marítima) y otras tres de temporada (incluyendo Carvajal) operadas por las Fuerzas Armadas, además de cuatro bases no permanentes del Inach. La ministra Delpiano concluyó que la sola presencia militar y civil en el clima adverso requiere un «trabajo arduo» y es clave para la exploración y el apoyo a la investigación científica. (NP-Gemini-La Tercera)
