El Banco Popular de China (central) anunció este miércoles una nueva serie de medidas para dotar de una mayor liquidez a la entidad estatal de crédito Corporación de Financiación del Mercado de Valores de China (CSF, en sus siglas en inglés) con el objetivo de estabilizar los mercados bursátiles.
En un comunicado, el banco central dijo que apoyará el «desarrollo estable» de las bolsas del gigante asiático, que han perdido casi un tercio de su valor durante las últimas tres semanas y continúan a la baja.
El emisor chino impulsó estas medidas, que incluyen emisiones de bonos financieros o refinanciación de préstamos, poco después de la apertura de la sesión en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, que a pesar de esto cayeron cerca de 6%.
La del banco central forma parte de una nueva batería de medidas adoptadas hoy por varias instituciones chinas relacionadas con la bolsa que buscan calmar a unos mercados que atraviesan por un periodo de volatilidad máxima.
La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) también anunció hoy que CSF, una entidad de crédito marginal que financia a las corredoras en la inversión en bolsa, incrementará sus compras de acciones de pequeñas y medianas empresas que cotizan para aumentar la liquidez del mercado.
Además, esta empresa de crédito seguirá ofreciendo «abundante liquidez» a las empresas de mayor tamaño, dijo el portavoz de la CRMV Deng Ge, citado por la agencia oficial Xinhua.
Este movimiento pretende que las transacciones bursátiles vuelvan a la normalidad después de que «el pánico de los inversores y una liquidación irracional haya causado un estrés de liquidez en la bolsa», explicó Deng.
La Comisión Reguladora del Mercado Asegurador de China se sumó también a los esfuerzos por estabilizar los mercados al permitir a las aseguradoras invertir más en bolsa.
SIGUE LA BAJA
No obstante las medidas, el índice general de la Bolsa de Shanghái, el indicador de referencia de los mercados chinos, se hundió hoy un 5,90% hasta los 3.507,19 puntos, a pesar de las nuevas medidas anunciadas desde Pekín para intentar estabilizar los mercados.
El índice, que ayer cerró con una caída del 1,29%, tras un breve respiro al alza el lunes después de anunciarse una serie de medidas desde organismos oficiales, se encamina hacia el peor mes de su historia al acumular unas pérdidas del 29% en tres semanas.
En la sesión de hoy, el indicador llegó a perder hasta un 8% poco después de la apertura, y minutos después sólo había tres valores al alza, mientras más de 1.300 de los cerca de 2.800 que hay en las bolsas chinas habían suspendido ya su cotización, al alcanzar las pérdidas máximas diarias permitidas: un 10%.
Poco antes de la pausa de mediodía ya eran 1.429 empresas (el 51% del total entre ambos mercados) las que habían dejado de cotizar, lo que no impidió que el índice general, con los valores restantes, siguiera bajando.
Con este panorama, el índice MSCI de acciones asiáticas fuera de Japón cayó a su nivel más bajo desde febrero del 2014, ampliando sus pérdidas iniciales, luego de que las acciones chinas se hundieron en la apertura. El referencial anotó este miércoles una baja de 1,65%. En la misma línea, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio cerró con una baja de un 3,1%.
FUERTE CAIDA
Luego del rally experimentado en la bolsa china hasta mediados de junio, en los últimos 26 días el Shanghai Composite ha cedido 27,86%, entrando en un mercado bajista y atemorizando a los mercados a nivel global. Pese a la serie de medidas anunciadas por el gobierno chino, nada parece detener la caída de las acciones en el mercado de ese país. Un total de 940 empresas chinas han dejado de cotizar en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, dos de las principales plazas del gigante asiático, y hoy las miradas de los inversionistas se han desplazado desde el Mediterráneo a Asia.
Ayer el primer ministro chino, Li Keqiang, trató de enviar una señal a los mercados señalando que “China tiene la confianza y la capacidad para lidiar con los desafíos que enfrenta su economía”.
El mensaje de Li fue ignorado y el Shenzhen cerró la jornada con un retroceso de 5,34%, mientras que el Shanghai Composite cerró con una caída de 1,29%, al igual que el CSI 500, que concluyó con un retroceso de 1,76%. Desde el 12 de junio, el CSI 500 ha retrocedido 41,42%, mientras que el Shanghai Composite ha caído un 27,86%.
“Creemos que es momento para reevaluar los riesgos de lo que se ve como un mercado alcista “auspiciado por el Estado”, como la excesiva sobrevaloración, exageradas o irrealistas expectativas sobre el progreso del as reformas, la locura creada por los inversionistas en el mercado de acciones, etc.”, dijo a PULSO Jianguang Shen, economista y director general de Asia para Mizuho Securities. “La euforia generalizada actual entre los inversionistas nacionales parece estar impulsado por la percepción de apoyo gubernamental explícita”, explicó el analista.
La pregunta que hoy muchos se hacen es cuánto tiempo podría extenderse y cuán profunda podría ser la caída. A juicio de Tim Schroeders, gerente de cartera de Pengana Capital, tratar de determinar la longitud y la profundidad de la crisis actual en el mercado de valores chino es muy difícil de predecir. Sin embargo lo que se puede anticipar es que, “la volatilidad en el mercado hace que sea un lugar difícil para invertir en el corto plazo y las valoraciones han pasado de ser atractivas -hace 18 meses- a estar ajustadas hoy a pesar de la recesión”.
CÓMO FRENAR EL DESPLOME
Los analistas aseguran que el gobierno intervendrá nuevamente. Según un reporte de Bank of America, “momentos drásticos exigen medidas drásticas”. En ese sentido el banco estadounidense cree que el gobierno todavía tiene algunas iniciativas bajo la manga: “las compañías de seguros pueden ser alentadas a entrar en el mercado, el Ministerio de Hacienda puede reducir el impuesto de timbre sobre las transacciones bursátiles y el Banco Popular de China podría anunciar más medidas de flexibilización, entre otras posibilidades.
Sin embargo, el banco asegura que todas las posibles medidas funcionarán en la medida que haya confianza. “Si el gobierno no logra dar vuelta ese ánimo rápidamente, no tiene más remedio que convertirse en el comprador de última instancia en el mercado”.
Para Bernd Berg, director de estrategia de mercados emergentes de Societe Generale, el mercado chino podría, “en el peor caso corregir un 10% más en el corto plazo”. Berg explica que el panorama de crecimiento sigue siendo difícil y que el gobierno está reaccionando a través del recorte de tasas. “Espero más recortes de tasas con el fin de contrarrestar el deterioro de la situación económica”.
IMPACTO EN COMMODITIES
La caída de las plazas bursátiles chinas ha tenido impacto en el dólar y por consiguiente en el precio de las materias primas.
A juicio de Berg, de Societe Generale, a nivel mundial estamos frente a una caída mundial de los precios de las materias primas debido a las preocupaciones sobre el crecimiento de China, y commodities como el cobre están cayendo abruptamente. “El cobre es muy sensible a las preocupaciones de crecimiento. Como resultado el dólar está aumentando significativamente en los últimos días contra monedas de mercados emergentes y en especial contra las materias primas monedas de mercados emergentes”, señaló. El experto anticipa que el peso colombiano, el real, el peso mexicano, el real brasileño y el peso chileno están bajo una fuerte presión. “Sigo siendo negativo para estas divisas de la región durante el horizonte temporal a corto plazo. Creo que el dólar podría llegar a $700 (en el mercado chileno) en los próximos 3 meses”.
PERSPECTIVAS
«Por el momento hay un estado de pánico en el mercado y un gran aumento de la irracionalidad que se vierte en las acciones, provocando una tensión de liquidez en el mercado de valores», dijo el China Securities Regulatory Commission en un comunicado, informó CNN Money.
Desde el 12 de junio, el Shanghai Composite ha perdido un inquietante 32%. El mercado de Shenzhen, que tiene más empresas de tecnología y, a menudo se compara con el índice Nasdaq de Estados Unidos, se ha reducido un 41% durante el mismo período.
La teoría más convincente es que estalló la burbuja bursátil: el crecimiento económico de China es el más débil desde 2009. Los precios de las acciones llegaron muy por delante del crecimiento y de las ganancias de la compañía, que en realidad son los más bajos que desde hace un año.
«Los mercado de valores de China se había desprendido de la realidad de la propia economía de China», dijo a través de su cuenta de Twitter Patrick Chovanec, director gerente de Silvercrest Asset Management.
Pero aún hay espacio para la calma, según afirma CNN Money.
La primera razón es porque los extranjeros tienen sólo un 1,5% de las acciones chinas, según Capital Economics. Ese número está creciendo, pero sólo muy gradualmente.
Además, los mercados de valores de China son aún más grandes de lo que eran el 1 enero. Las fuertes pérdidas recientes no son tan representativas en comparación con el mercado completo. La bolsa de Shanghai es casi 10% más grande que desde comienzos del año, mientras que Shenzhen está colgando de una ganancia de 33%.
Por otro lado, los chinos tienen relativamente poco dinero invertido en el mercado de valores. En cambio, la mayoría de la gente guarda su riqueza en efectivo, depósitos y bienes.
«Habrá algunos daños, pero el mercado de valores chino no es tan grande o importante como lo es Wall Street para la economía estadounidense», dijo Frederic Neumann de HSBC.
Además, la gran mayoría de las empresas chinas todavía tienen acceso al financiamiento.
En resumen, el sector bancario se mantiene bien y no hay ninguna indicación de que los chinos han perdido la fe en la economía en general.
«Recuerde: los grandes bancos son propiedad del gobierno chino», dijo Neumann. Y agregó que «ellos pueden, de hecho, afinar la economía a través de préstamos bancarios. Ellos controlan la moneda. Ellos tienen vastos recursos del gobierno (…) No debería socavar la capacidad subyacente para controlar el crecimiento».


