El famoso régimen de censura chino tiene un nuevo objetivo: la Inteligencia Artificial (IA). La Administración del Ciberespacio de China, un poderoso supervisor de internet, está probando los grandes modelos lingüísticos de las empresas de IA para asegurarse de que sus sistemas «encarnan los valores socialistas fundamentales».
Ha obligado a empresas como ByteDance, Alibaba, Moonshot y 01.AI a participar en una revisión gubernamental de sus modelos de IA, según varias personas implicadas en el proceso.
El esfuerzo consiste en probar por lotes las respuestas de un Modelo de Lenguaje de Gran Tamaño (LLM, sigla en inglés) a una serie de preguntas, según fuentes conocedoras del proceso, muchas de ellas relacionadas con las sensibilidades políticas de China y su presidente, Xi Jinping.
El resultado es visible para los usuarios de los chatbots de IA en China. La mayoría de los chatbots chinos rechazan consultas sobre temas delicados, como qué ocurrió el 4 de junio de 1989 -fecha de la masacre de la plaza de Tiananmen- o si Xi se parece a Winnie the Pooh, como plantean memes de internet. (FT-DF)



