La candidata de la coalición oficialista, Jeannette Jara, ha insistido en que, aunque ella es militante de toda la vida en un partido que aboga por la dictadura del proletariado, ella se comportará como una demócrata comprometida si llega a La Moneda en tanto será la candidata de una coalición amplia que también incluye a partidos de izquierda democrática. Tal como una carnívora que promete comportarse como vegana por cuatro años si le entregan el control de la cocina, Jara necesita explicar por qué, si efectivamente comparte la visión y objetivos del Partido Comunista, ella no va a intentar avanzar hacia ese ideal que ella cree que es mejor para el país, y que en cambio buscará profundizar y consolidar el modelo capitalista que tiene Chile y al que ella se ha opuesto toda su vida.
Es verdad que Jara es la candidata de una coalición multipartidista. Pero desde el retorno de la democracia, los gobiernos han tenido énfasis distintos asociados a la militancia del Presidente que ha liderado a la coalición de gobierno. Las administraciones de Patricio Aylwin y Eduardo Frei fueron bastante más conservadoras que los de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. De hecho, la propia Bachelet demostró claramente que los énfasis que tiene cada administración se explican por la visión de mundo que tiene cada presidente.
La respuesta que da Jara cada vez que se le pregunta sobre su militancia comunista es profundamente insatisfactoria. Todos sabemos que ella es la candidata de una coalición multipartidista. Pero también sabemos que ella es militante de toda la vida de un partido que cree que la abolición del capitalismo, en el fin de la propiedad privada y en la imposición de un modelo económico en el que el Estado sea el dueño de los medios de producción. Es cierto que esos valores y principios no funcionaron nunca en ninguna parte. Por eso mismo, el Partido Comunista ya no existe en la mayoría de los países del mundo. Pero Jara es militante de toda la vida del Partido Comunista de Chile que, pese a toda la evidencia acumulada, sigue creyendo en esos ideales.
Por eso, resulta esencial que Jara explique por qué sigue militando en el Partido Comunista si, como dicen algunos de sus aliados, ella ya no cree en esos valores e ideales. Como la propia Jara nunca ha dicho que ella cree que el capitalismo es mejor que el comunismo y tampoco ha renegado del principio comunista que aspira a terminar con la propiedad privada, parece razonable suponer que, pese a que ella dice que se comportará como vegana si es electa Presidenta de la República, no podrá resistir su costumbre de comer carne -y su convicción profunda de que ser carnívoro es mucho mejor que ser vegano- si es que llega a ocupar el sillón presidencial en La Moneda.
Lo mucho que le ha costado a Jara decir fuerte y claro que Cuba es una dictadura liderada por el Partido Comunista de Cuba -partido del que es aliado el PC de Chile en el que milita Jara- sugiere que, aunque dice que ella gobernará como líder de una coalición de centroizquierda, las raíces ideológicas de Jara se ubican mucho más en la izquierda radical que justifica las dictaduras cuando éstas son lideradas por el Partido Comunista.
En su campaña, Jara ha buscado minimizar su militancia en el Partido Comunista y su compromiso con los ideales comunistas que buscan terminar con la propiedad privada y con el modelo capitalista. La semana pasada, la candidata ironizó diciendo que ella no quiere traer el modelo cubano a Chile. Pero no ha dicho cuál es el modelo que quiere para Chile. La candidata comunista ha dicho que quiere dialogar y conversar con todos. Pero para sentarse a dialogar, hay que dejar en claro cuáles son los valores y principios que inspiran a cada una de las personas que están sentadas en la mesa de negociación. Para poder llegar a un acuerdo, primero tenemos que saber cuáles son las prioridades de las distintas partes.
El Partido Comunista ha dejado meridianamente claro cuáles son los valores y prioridades que lo inspiran. En los años que ha sido parte de los gobiernos de Michelle Bachelet y Gabriel Boric, el Partido Comunista ha defendido sus valores y principios como socio minoritario de una coalición, buscando empujar el gobierno hacia posiciones más izquierdistas. Si Jara llegara a ser Presidenta de la República, parece razonable esperar que ella también impulse políticas más a la izquierda de lo que hasta ahora hicieron los gobiernos de Bachelet y Boric. Aunque ella diga que gobernará como centroizquierda, hay buenas razones para dudar de sus declaraciones. Cuando un carnívoro cree que consumir carne es mejor que ser vegano, resulta ilusorio creen en la promesa de que actuará como vegano si tiene el control de la cocina. (El Líbero)
Patricio Navia



