Lamentablemente no todos los sectores están disponibles para una reforma seria al sistema político que nos permita tener un país más gobernable, pero sí podríamos poner ciertas restricciones a los candidatos para participar en los debates televisivos oficiales.
Podría ser tener un promedio sobre 5% de intención de voto en las preferencias de tres o cinco encuestas a determinar por el Consejo Nacional de Televisión.
Así no tendrían los televidentes que escuchar las propuestas y la verborrea decimonónica de candidatos que no tienen representatividad y le daría más tiempo a exponer a quienes sí tienen posibilidades de llegar a La Moneda. (El Mercurio Cartas)
Raúl Alcaíno L.



