Cerca de una hora estuvo ayer el canciller, Roberto Ampuero, en un conversatorio organizado por el Wilson Center en Washington, Estados Unidos. El ministro expuso acerca de los principios que guían la política exterior de Chile y los desafíos de la región, como también el combate al populismo.
En ese contexto, Ampuero destacó la voluntad de cooperación, la libertad y el respeto por el derecho internacional, los derechos humanos y la democracia. «En Chile tenemos absoluto compromiso con la democracia. Como sociedad hemos aprendido la lección y el peligro de la polarización, intolerancia y falta de diálogo cívico», dijo. Rememorando las palabras del escritor Mario Vargas Llosa, agregó: «No hay buenas dictaduras. La democracia no puede ser comparada en términos de los resultados con los regímenes autoritarios».
El canciller defendió además el libre mercado y señaló que Chile continuará «la profundización de las convergencias de la Alianza (del Pacífico) con Mercosur para avanzar en la integración real de Latinoamérica, no retórica».
En cuanto a Venezuela, el secretario de Estado reiteró que existe una crisis que debe ser resuelta por los propios venezolanos, con la comunidad internacional «compartiendo la responsabilidad de cooperar en su solución». En esa línea, el ministro fue consultado por los recientes cambios a la política de migración, que afectan a los venezolanos.
«Somos un país abierto, que aprecia altamente la migración, creemos en la diversidad y la tolerancia. Pero por otro lado, para parte de la población de Chile, este proceso necesitaba cierto orden», justificó, explicando que el Gobierno reaccionó a la ola migratoria «con responsabilidad».
Así, planteó que la modificación responde a los conceptos de verdad y dignidad. «Si tú vienes a Chile, por favor di la verdad a los oficiales de la frontera. Si estás viniendo como turista, tienes que devolverte a tu país porque nos dijiste que visitarías Chile por unos días, no que ibas a quedarte en el país», expresó.
Asimismo, aseguró que el Estado trabaja para que las personas que llegan a Chile buscando una vida mejor «realmente encuentren esa posibilidad de una vida mejor».
«Chile y el Gobierno reciben la migración con los brazos abiertos, pero tiene que ser con responsabilidad. Queremos que las personas que llegan a Chile buscando una vida mejor realmente encuentren esa posibilidad», concluyó. (El Mercurio)
