En su resolución 49/60 de 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas, junto con ratificar que el terrorismo es profundamente contrario a los derechos humanos, describió los elementos que lo componen. En este sentido, dicho organismo internacional señaló que: “los actos criminales con fines políticos concebidos o planeados para provocar un estado de terror en la población en general, en un grupo de personas o en personas determinadas son injustificables en todas las circunstancias, cualesquiera sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra índole que se hagan valer para justificarlos”.
La CAM es una organización que le declaró la guerra al Estado de Chile el año 2009, la cual, bajo la ideología de la “liberación nacional” —la misma de la ETA—, utiliza la violencia como método de acción política, materializando a la fecha más de 211 atentados y destruyendo 770 bienes, dejando a múltiples personas afectadas desde 1997 en la macrozona sur.
Operando con armamento de alto calibre, tiene una estrategia político-militar para lograr su objetivo de control territorial. El reciente fallo del Tribunal Oral en Lo Penal de Temuco, RUC N°2000038327–K, que condenó al cabecilla de la CAM, Héctor Llaitul, es claro en ese modus operandi. Así las cosas, la CAM reúne todos y cada uno de los componentes de una organización terrorista. (El Mercurio)
Pablo Urquízar M.
Excoordinador nacional de Seguridad de la Macrozona Sur