El fundador de Criteria, Cristián Valdivieso, sostiene que la elección presidencial, a pesar de la ventaja del candidato José Antonio Kast, debe correrse hasta el final. No obstante, considera que la diferencia a su favor es muy difícil de revertir, destacando que la «gran inteligencia» de Kast fue nunca creer en la idea de un triple empate en primera vuelta.
La última encuesta de Criteria muestra a Kast 16 puntos sobre Jara, una diferencia cimentada en la percepción social de que la elección está «completamente corrida». La sensación de que Kast será el próximo presidente subió del 59% al 63%, volviendo muy complejo para Jeannette Jara revertir esta tendencia.
El análisis indica que Kast gana en «todas las características de liderazgo» y es visto como mejor preparado que Jara en los temas prioritarios para la ciudadanía: mejorar la seguridad, ordenar la migración y potenciar el crecimiento. Este gap subjetivo es incluso mayor que la distancia electoral, sugiriendo que votantes de Jara igual lo ven a Kast mejor capacitado en estas materias.
ESTRATEGIA DE JARA Y AUSENCIA DE ERRORES DE KAST
Se considera que, de no ocurrir un «terremoto en grado 9» (más probable que sea una gran caída de Kast que un acierto de Jara), la elección está «absolutamente cerrada».
Jara busca la confrontación para crear una tensión que fuerce a Kast a cometer un error, pero el candidato republicano ha entendido el punto y no ha caído en las provocaciones, como el tema de Parisi. Kast entendió que los votos de Parisi eran de un electorado específico, no del propio candidato.
Estratégicamente, la decisión de Kast de salir de los debates se interpreta como una manera de buscar a un electorado que no se identifica con el eje de la política tradicional izquierda-derecha, evitando caer en la lógica de volver a temas polarizantes como Pinochet o Punta Peuco. Tuvo el temple para mantenerse en sus temas clave: inseguridad, migración y enfrentamiento al gobierno.
PROBLEMAS EN LA CAMPAÑA DE JARA Y EL ROL DE BORIC
El resultado de Jara en primera vuelta se califica de «malo por donde se le mire», lo que ha desanimado a las huestes internas y ha provocado que el oficialismo se «desentienda de la campaña», enfocándose en problemas internos como la potencial expulsión de Eduardo Frei.
La foto de Eduardo Frei con Kast es relevante simbólicamente, pues posiciona a Kast en un eje más de centro y empuja a Jara al extremo. La clave de la elección es que se ganará por la «contraposición al gobierno» y una lógica de moderación.
Jara es vista como «Boric», mientras que Kast se situó como el gran contradictor del presidente, lo que lo puso en posición de líder. La polémica por Frei revela que la izquierda podría dar a Jara por perdida.
El comando de Jara se percibe como «desordenado» y ella está «desempoderada» desde la primera vuelta, sin don de mando entre los partidos que ya asumen la derrota. Esto la ha dejado sosteniendo la candidatura prácticamente sola, una situación que no la ayuda. El apoyo de Bachelet llegó «tarde probablemente».
En cuanto al Presidente Boric, su estrategia de «silencio, ausente» y sus viajes a Magallanes no se entienden, y se lo ve actuando como un «pato cojo» en contraste con su presencia en primera vuelta.
Kast, a pesar de ser pifiado en Barrio Franklin, ha mantenido una campaña de segunda vuelta «muy correcta», sin grandes tropiezos, con un tono más presidencial y de estadista, sin polarizar. (NP-Gemini-Ex Ante)
