El presidente de RN, Cristián Monckeberg, no pudo asistir al Tedeum de ayer, debido a que se encontraba recorriendo la Región de Tarapacá. Sin embargo, le pidió al vicepresidente de su partido, Alfonso Vargas, que lo reemplazara, ya que afirma «hay que cuidar la tradición republicana de este tipo de actos, más allá de las opiniones que podamos tener respecto de una determinada persona, aunque se trate de quien presida el Tedeum».
Por eso cuestiona a los dirigentes oficialistas que se restaron de la actividad: «Que los presidentes de la Nueva Mayoría dejen sola a la Presidenta es una deslealtad sin límite. A la Presidenta se le acompaña desde el primer día de su mandato, hasta el último. Y en esta actividad lo que correspondía es que su coalición estuviera presente junto a ella».
-¿Cómo recibe el llamado del cardenal Ricardo Ezzati en el Tedeum, respecto de recuperar la dignidad de la política?
-Una sociedad que vive de las desconfianzas no avanza. Cuando permanentemente se desconfía de todo vamos por un mal camino. La oposición va a hacer esfuerzos importantes en ayudar a que la ciudadanía vuelva a confiar en sus autoridades, que creo es lo que a nosotros más nos preocupa. El Gobierno puede ayudar mucho a recuperar las confianzas, porque generó expectativas ilimitadas, que no ha podido cumplir, y eso hoy la ciudadanía no lo cree y lo reclama.
-El llamado de Ezzati se da en una semana en que el gobierno acusó de campaña «antidemocrática» los rumores sobre la salud de la Presidenta
-A nadie le cabe la menor duda que la Presidenta de la República ejerce su mandato desde el primer día hasta el final. La izquierda comenzó con el rumor de las enfermedades y renuncias, ellos comenzaron con esta victimización. Estamos frente a una cortina de humo gatillada por la izquierda. Esto me suena parecido al femicidio político al que se aludió durante el primer gobierno de la Presidenta Bachelet. Esta es una victimización o femicidio político 2.0.
-A su juicio, ¿ayuda a mejorar el actual clima político que el Gobierno decidiera postergar para octubre el proceso constitucional anunciado para fines de este mes?
-Es lo más sensato que he escuchado durante los últimos meses de parte del Gobierno. Lo que corresponde es que este debate constitucional, que forma parte del programa de gobierno, se tiene que zanjar en algún minuto. No podemos pasarnos la vida discutiendo si se inicia o no un proceso constituyente. Si vamos a iniciar un debate constitucional, lo primero es avanzar hacia un semipresidencialismo. Esto es, instalar una figura de un Jefe de Estado y de un primer ministro, en la lógica del equilibrio de los poderes, el país ya tuvo en su historia la necesidad de autoridades con muchas facultades. Hoy es el minuto de compartir poderes, y que no esté concentrado en una sola persona. Los hechos han demostrado, sobre todo en el estado en el que se encuentra el país, que es conveniente compartir el poder antes de que esté concentrado en una sola persona.
-En la oposición han dicho que temas como una nueva Constitución han ayudado a generar un clima de desconfianza e inestabilidad, ¿cuál es su diagnóstico?
-El Gobierno levantó en su programa una nueva Constitución. Eso la ciudadanía lo votó y lo aprobó. Llevamos casi dos años hablando este tema, pero no se ha dicho ni una coma respecto de cómo va a ser ese proceso constitucional. El Gobierno no puede postergar hasta el infinito el debate constitucional, porque produce inestabilidad. No estamos hablando de una receta de cocina, sino que de una nueva Constitución. Por eso es urgente zanjar este debate, definir el mecanismo que se va a aplicar, nosotros creemos que debe ser a través de la institucionalidad vigente, es decir, en el Congreso. Si la Presidenta quiere algo distinto, que lo diga, pero que lo diga ahora.
-Después del terremoto, el ministro Valdés insistió en la necesidad de priorizar. ¿Cree que esto puede incidir en la tramitación de las reformas estructurales del Gobierno?
-Con el terremoto surge un nuevo desafío para el Gobierno, ya que no solo debe reconstruir las zonas afectadas por la catástrofe, sino que debe reconstruir el país completo. Estoy hablando de reconstruir la seguridad ciudadana, la economía, el empleo, las confianzas e incertezas. El Gobierno tiene una nueva oportunidad para dar un golpe de timón en su manejo político y en la tramitación de sus reformas, espero que esta vez la aproveche.
-¿La oposición también debe dar un golpe de timón? Pese a los altos niveles de rechazo del Gobierno, su sector no logra sumar respaldo
-Hace rato tomamos la decisión de conformar una nueva coalición. Eso se ha ido haciendo paso a paso, con las urgencias necesarias pero sin atolondramientos que permitan cometer errores. El paso siguiente es avanzar en que este nuevo referente tenga un nombre, una estructura y propuestas conceptuales. Todo eso se va a dar a conocer a mediados de octubre. Cuando un sector político no ha actuado nunca como coalición, donde ha reinado el desorden, y viene de una derrota electoral no se puede pretender que por un par de reuniones la percepción de la ciudadanía cambie.
-Precisamente desde su propio sector se ha criticado la lentitud de este proceso, incluso se ha dicho que se avanza a «paso de tortuga».
-Siempre hay un entusiasmo de algunos de que vayamos más rápido. Yo lo aplaudo. Hoy están todos sumados en el carro del nuevo referente, de contar con una coalición política que funcione, que tome decisiones y que tenga confianza en la ciudadanía. El atolondramiento no es un buen consejero. Pido la prudencia necesaria para que el bloque siga avanzando y consolide una coalición política que le dé confianza a la gente.
-Desde la UDI y RN han surgido críticas al trabajo fiscalizador que han desempeñado los parlamentarios. ¿Las comparte?
-Nosotros esperamos mucho más de la labor fiscalizadora de los parlamentarios, porque hoy no se está realizando. Las razones son múltiples. Descoordinación, desesperanza, temores, pero no se está realizando esa labor. Este es un tema que hemos conversado en la coalición y por eso en dos semanas más, después del receso distrital, vamos a tener una reunión con los presidentes de partido y parlamentarios con el objeto de avanzar en esta materia.
-¿Qué planteamiento se les va a realizar a los parlamentarios en esa reunión?
-Dos cosas. Primero escuchar a los parlamentarios sobre la nueva coalición, nuestro proyecto político y nuestros desafíos futuros. Pero también hacer un llamado fuerte a ejercer una labor fiscalizadora mucho más coordinada. Si queremos recuperar el gobierno tenemos que tener propuestas, candidatos, disciplina, pero primero debemos ser oposición.
-¿Esa disciplina se verá reflejada en votaciones clave como en la designación del nuevo contralor?
-Las coaliciones demuestran ser creíbles, entre otras razones, por su disciplina y por tener objetivos comunes. En materia legislativa una prueba de fuego es la elección del contralor, que excede por mucho a los senadores de oposición. A la propuesta del Gobierno la respuesta va a ser rechazo. La votación del nuevo contralor será un hito clave en la coordinación legislativa del bloque opositor, sería una señal nociva que alguno de nuestros senadores apoye a un candidato como Enrique Rajevic, que no es compatible para el cargo, que mantiene una dependencia política con el Gobierno, al que incluso le ha prestado asesorías.
-Dirigentes de la oposición han criticado que hay parlamentarios que están más preocupados de buscar nuevos distritos o circunscripciones, que de ejercer su rol de oposición.
– Así es. Los intereses particulares se cruzan con los intereses colectivos que es llegar a ser gobierno. Esa es una de las grandes deficiencias de nuestro sector. El pensar en cómo voy ahí, y pensar en cómo me reelijo, antes que pensar en el colectivo. Lo he dicho en todos los tonos posibles. Todos estamos en evaluación constante y la regla es clara. Los parlamentarios que no hayan ejercido su rol legislativo, político y opositor no pueden pretender ir a la reelección.
-¿Es partidario de enfrentar la elección municipal con las figuras de su sector que tienen interés presidencial desplegadas en campaña?
-Prefiero que quienes tienen interés en correr en una carrera presidencial comiencen potenciando sus liderazgos, recorran el país, levanten planteamientos como lo han hecho Manuel José Ossandón, Alberto Espina, o Andrés Allamand. Lo que hoy no es una urgencia, sí va a ser una necesidad el próximo año, y será entonces cuando necesitaremos saber quiénes se van a jugar la opción presidencial. Tenemos que tener certeza de que quienes quieren ser candidatos el próximo año lo expresen con fuerza.
-¿También el ex Presidente Piñera?
-Hablo por los militantes de mi partido, de otros partidos y por la figura del ex Presidente Piñera. Esperamos una definición de quienes aspiran a ir a una primaria antes de la municipal, porque para esa elección es muy importante el impulso que se le dé a la campaña.
