En el debate le preguntaron a Boric si los fondos ahorrados por una persona que había impuesto toda su vida y moría a los 64 años —uno antes de jubilar— los heredaban sus hijos. Boric recurrió a una verborrea distractora y no contestó derechamente, sino que dijo que se los iban a cambiar por una pensión mínima garantizada.
Esto significa que no hay herencia, sino que expropiación. El Estado se queda hoy con los fondos reales ahorrados y los cambia por un “vale por”: una promesa futura a 30 años (a los hijos les quedará bastante para jubilar) que le endilgan a un futuro gobierno. Esto en mi tiempo se llamaba “Pepito paga doble”. Argentina lo hizo, se quedó con los fondos administrados por las AFJP y los cambió por una promesa de pensión futura. (El Mercurio Cartas)
Gerardo Varela A.
Abogado



