El presidente Gabriel Boric anunció desde Colchane que enviará una reforma constitucional para permitir, mediante decreto supremo y por el tiempo necesario, el despliegue permanente de las Fuerzas Armadas en la frontera norte, sin requerir autorización periódica del Congreso Nacional como ocurre actualmente. Esta medida representa un giro significativo en la política de seguridad y control fronterizo del gobierno frenteamplista.
Boric afirmó que el proyecto autorizará a las Fuerzas Armadas a realizar controles de identidad y registro, detenciones en flagrancia y colaborar con la PDI en zonas fronterizas sin la renovación cada 90 días que establece la norma actual. Defendió el avance en el control de fronteras y advirtió contra las “invitaciones irresponsables” que generan olas migratorias y afectan a las comunidades locales.
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, apoyó el anuncio y resaltó que gracias a tecnología avanzada y esfuerzos conjuntos ha habido una disminución de ingresos irregulares, evitando despidos en las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, la medida suscitó críticas inmediatas desde la oposición. La candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, reprochó la demora del gobierno y celebró que finalmente Boric reconozca la importancia de las Fuerzas Armadas para controlar la frontera. El republicano José Antonio Kast calificó al gobierno como “el más fracasado en control migratorio” e insistió en la necesidad de cerrar las fronteras y aplicar medidas drásticas contra la inmigración ilegal.
El diputado Johannes Kaiser acusó al Presidente de “deshonestidad” y criticó que el estado de excepción permita a militares actuar como “Uber” para migrantes ilegales. La senadora UDI Luz Ebensperger valoró la reforma si incluye facultades claras para expulsar o impedir el ingreso, pero advirtió que de lo contrario será “más de lo mismo”.
Paulina Núñez (RN), presidenta de la Comisión de Constitución del Senado, ofreció priorizar la tramitación si ingresa por esa cámara, pero defendió el control del Congreso como necesario para la democracia. La diputada Joanna Pérez (Demócratas) valoró el anuncio aunque pidió cautela para que no sea solo un gesto electoral.
En el oficialismo, la candidata Jeannette Jara (PC) apoyó la iniciativa, aunque hubo dudas internas sobre eliminar la supervisión parlamentaria, tradicionalmente defendida por la izquierda. La diputada Lorena Fries (FA) prefirió que la medida mantenga ratificación congresal, aun en el contexto de estados de excepción.
Matías Ramírez (PC) adelantó que revisará el proyecto y advirtió sobre la necesidad de capacitar adecuadamente a los militares para funciones de seguridad pública, ante casos complejos como narcotráfico descubiertos en Tarapacá.
En suma, la reforma propuesta por Boric busca dotar de mayor flexibilidad a las Fuerzas Armadas para controlar la frontera norte, pero genera debate por la eliminación del control legislativo, con posturas críticas desde la oposición y cuestionamientos internos en la coalición de gobierno. (NP-Perplexity-La Tercera)



