Bienvenida a la Primera Dama-Danusia Rivas W.

Bienvenida a la Primera Dama-Danusia Rivas W.

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La eliminación del cargo de la Primera Dama, por el gobierno del Presidente Boric, fue una decisión refundacional, ideológica y feminista. Entonces, vale preguntarse de dónde venimos y hacia dónde vamos en este tema.

Venimos de la eliminación del cargo de Primera Dama resultando un rotundo fracaso, pues primó el sesgo político pensando que fortalecería la lucha feminista. El resultado fue contrario a esa idea, pues bajo el actual gobierno ocurrieron los hechos más escabrosos contra las mujeres. Uno de ellos fue la acusación contra el propio Presidente de la República y también una segunda acusación de acoso sexual que encontró su silencio por la intervención, según indican los medios de comunicación, de la actual ministra de la mujer.

Otro caso es una violación contra una funcionaria con dependencia directa del propio subsecretario del interior, Monsalve, quien hoy se encuentra con arresto domiciliario.

Un cuarto caso, fueron los despidos masivos de mujeres profesionales del aparato del Estado quienes habían ganado sus cargos por meritocracia a través de la Alta Dirección Pública. No obstante, la confabulación entre las autoridades y las asociaciones gremiales, brazo político-ideológico del gobierno de turno, los despidos se concretaron antes del debido proceso, marcando un abuso de poder que la justicia laboral no resolvió apropiadamente.

En fin, son muchos los casos que podría señalar, pero estos ejemplos son una muestra de una bandera ideológica fracasada del feminismo cuya motivación más profunda fue destruir la institucionalidad de Chile, entre otros el cargo de Primera Dama y refundar el país. Definitivamente, no hubo ningún avance social y, por lo tanto, no hay ningún legado.

La respuesta a la pregunta hacia dónde vamos, radica en la reinstalación e importancia del rol de la Primera Dama pues tiene un significado simbólico y representativo del Estado, además refuerza la imagen institucional de la Presidencia. Quizás lo más importante es que humaniza la figura del poder político ante la ciudadanía.

Más allá de la influencia social de las primeras damas, ellas han impulsado causas sociales construyéndose una agenda pública que muchas veces permite visibilizar temas que pueden transformarse en prioridades. Asimismo, involucra una capacidad de articulación y movilización de importantes recursos. A mayor abundamiento la Primera Dama tiene asociada a su rol una proyección internacional y de diplomacia “blanda” fortaleciendo relaciones con autoridades del más alto nivel en beneficio de nuestro país.

Sin duda el rol de Primera Dama ha tenido una evolución hacia una profesionalización mayor en un mundo democrático cambiante, significando que su relevancia es la complementariedad de la acción del Estado.

En conclusión, sólo queda saludar y dar la bienvenida a la Primera Dama y apoyar sus iniciativas por el bien de los chilenos y de Chile. (El Líbero)

Danusia Rivas Weber

Exdirectora Regional Sernameg y Equidad de Género O´Higgins