La presidenta Michelle Bachelet y el papa Francisco conversaron hoy sobre pobreza, familia, educación y la crisis de confianza de las sociedades modernas en la política, en un encuentro privado en el Vaticano.
La reunión se desarrolló en un clima “cordial”, según precisó la Santa Sede, y en ella se pusieron sobre la mesa problemas que afectan a Chile como estado, pero también “la situación de América Latina, con especial atención a ciertos desafíos que afronta el continente”, agregó el Vaticano.
Bachelet, que visitó al papa vestida de negro con unos zapatos de tacón bajo y sin mantilla, describió el encuentro como una “maravillosa reunión, larga” y en la que ambos líderes hablaron “de temas sustantivos”.
La conversación duró 47 minutos, según la representación de los medios acreditados ante la Santa Sede que asistieron al encuentro, y se desarrolló a puerta cerrada.
“Hemos compartido reflexiones sobre lo que estamos haciendo en Chile, que él conoce perfectamente, y sobre las cosas que queremos hacer para que cada uno de nuestros habitantes tengan una vida mejor”, afirmó Bachelet, durante una rueda de prensa celebrada tras la audiencia.
La Mandataria informó de que también se abordaron otros asuntos como “este fenómeno” que se da en Chile “y también en otras sociedades europeas, que es la crisis de confianza y la crisis de representatividad”.
Bachelet añadió que ambos analizaron la manera en la que los gobernantes pueden “contribuir a hacer sociedades más cohesionadas, unificadas y convencidas de que el valor de lo colectivo es un valor importante”.
VISITA A CHILE
Además, explicó a los medios que trasladó al papa Francisco su interés por que el pontífice visite el país el próximo año, una invitación a la que Bergoglio contestó, según la presidenta, con una confesión: “Que el próximo año le gustaría visitar tres países: Chile, Argentina y Uruguay”.
Bachelet calificó al pontífice argentino de “extremadamente cariñoso” y acogedor, y aplaudió que estuviera a favor “de todo el proceso que haga de Chile una patria más solidaria” para que sus ciudadanos “puedan salir de la desigualdad y vivir una vida más feliz”.
“Ha sido una reunión espléndida por la gran acogida que he sentido por parte de él como pastor”, insistió la presidenta de Chile.
La Santa Sede afirmó que también se reconocieron “las buenas relaciones bilaterales existentes entre ambos países, con la esperanza de que puedan fortalecerse aún más en el marco de los instrumentos jurídicos previstos en el derecho internacional”.
Además, se hizo “hincapié en el papel y la contribución positiva de las instituciones católicas en la sociedad chilena, especialmente en la promoción humana, en la formación y en la asistencia a los más necesitados”.
NUEVA CONSTITUCIÓN
La Presidenta Bachelet se reunió luego con el secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y el secretario para las Relaciones con los Estados, arzobispo Paul Gallagher.
En la ocasión, según detalló la Mandataria, “los religiosos manifestaron su interés en la discusión del Proceso Constituyente de una nueva Constitución, donde también las Iglesias puedan dar a conocer su percepción, sus perspectivas, cosa que sin duda yo les he asegurado”.
“Justamente cuando hemos hablado de Proceso Constituyente hemos hablado de que participen los distintos exponentes, los distintos sectores de la población, y que esto no sea una discusión de unos pocos, de una élite, dejando fuera a sectores muy importantes que creemos deben ser considerados”, concluyó.


