Luego de los recientes puntos de inflexión en torno a la nueva hoja de ruta de su administración, la Presidenta de la República Michelle Bachelet ha demostrado tener destreza para ejercer la conducción política del gobierno, al menos en lo que concierne a mantener lo que se percibe como la frágil unidad de la Nueva Mayoría.
Antes del «cónclave» del lunes en el estadio El Llano de San Miguel, donde asistieron 140 personas entre ministros, parlamentarios y dirigentes políticos, el Partido Comunista había lanzado un par de advertencias en cuanto a poner en duda su continuidad en el bloque oficialista, si la «gradualidad» y la «priorización» anunciados luego del consejo de gabinete extraordinario del 10 de julio, se traducían en el incumplimiento del programa y las promesas de campaña.
Pero luego del cónclave efectuado el lunes, la Presidenta, discurso mediante, logró calmar las aprensiones del PC y el presidente de ese partido reconoció estar satisfecho a la salida de la reunión.
Sin embargo, dos días después, ayer, el turno fue de los ministros de Interior y Haciendo, Jorge Burgos y Rodrigo Valdés, respectivamente, que en conjunto salieron a recalcar que la situación económica del país obliga a establecer prioridades y moderar algunos de los proyectos emblemáticos, como la gratuidad en educación superior.
Valdés habló de «priorizar, hay que gradualizar y el ejercicio que se hizo en el cónclave de llevar a 50% de vulnerabilidad y a crear el anillo de universidades elegibles tiene que ver justamente con ese realismo que tenemos, en que no se pueden gastar recursos que no tenemos», aseguró el ministro, quien además definió su posición respecto a uno de los temas centrales del proyecto de reforma laboral. «Queremos un derecho a huelga efectivo, pero tenemos que cautelar siempre que ese derecho a huelga sea proporcional», dijo Valdés, quien fue respaldado por Jorge Burgos.
Por cierto luego de estas declaraciones vinieron las críticas. Particularmente de Bárbara Figueroa, líder PC de la Central Unitaria de Trabajadores, quien increpó al gobierno y a los partidos de la Nueva Mayoría.
En ese contexto se entiende el gesto de hoy de la Presidenta Michelle Bachelet, al asistir súbitamente a la reunión de coordinación entre los equipos ministeriales, donde Burgos y Valdés, frente a un grupo de jefes de gabinete explicaban las líneas de acción del Ejecutivo. De acuerdo a La Segunda, pasadas las 8:40 de esta mañana, la Mandataria cruzó al salón donde se efectuaba la reunión y pronunció un discurso que, para un testigo, fue en tono de arenga, resaltando que es necesario realizar un trabajo altamente coordinado, para cumplir los lineamientos de lo establecido en el cónclave.
Fuentes citadas por el vespertino señalaron que al gobierno le interesa establecer que no hay dicotomía entre la gradualidad expresada por Valdés y el cumplimiento del programa, que se reafirmó en el cónclave del lunes.
