Una eventual designación de la expresidenta Michelle Bachelet como secretaria general de Naciones Unidas significa, sin dudas, un gran reconocimiento para ella.
Este tema ha generado una suerte de gran expectativa, indisimuladamente promocionada por el actual gobierno, pero creo que vale la pena tener en cuenta que jamás un expresidente o exjefe de Estado ha sido nombrado en ese cargo tras abandonar su mandato. El actual secretario general de Naciones Unidas fue Primer Ministro, no Presidente ni jefe de Estado. No hablo de merecimientos y, por favor, no sigamos “endiciochados”.
Pablo Dittborn Barros



