El sábado a medianoche comenzó la prohibición del artículo 137 de la Ley Orgánica Constitucional de Elecciones Populares y Escrutinios, que sanciona a empresas y medios de comunicación por la difusión de resultados de encuestas.
El cuadro que presentamos aquí consigna los resultados de las últimas mediciones publicadas por once entidades de investigación de opinión pública antes de la vigencia del embargo. Con toda certeza varias de ellas realizarán mediciones en estas dos semanas previas a la elección, la recta final que incluye dos debates y once días de franja que pueden modificar las posiciones que ocupan hoy las distintas candidaturas en la carrera por pasar a la segunda vuelta que definirá el 14 de diciembre próximo quién gobernará Chile desde el 11 de marzo de 2026 por los siguientes cuatro años.
Aunque todas las encuestas que incluyen preguntas sobre el comportamiento electoral en la segunda vuelta concuerdan en pronosticar el triunfo categórico -unas más que otras- de las tres candidaturas opositoras autoidentificadas como de derecha, no nos detendremos en ello por tratarse de condiciones hipotéticas que sólo deben ser abordados con capacidad predictiva luego de conocer los resultados de la primera vuelta presidencial y de la elección parlamentaria, así como sus efectos sobre el escenario político y la medida en que se trate de una nueva elección o la repetición corregida de la primera vuelta.
Como vemos, en todas las encuestas sin excepción la candidata del oficialismo Jeannette Jara gana la primera vuelta con resultados que varían entre 28% de Panel Ciudadano UDD y 33,7% de Latam Pulse de Atlas & Bloomberg, con un promedio general de 30,6%. Ello, gracias a que la competencia por el voto pro-gobierno y de izquierda es extremadamente débil, lo que le permitió acercar su votación al total de electores partidarios del gobierno del presidente Boric.
Mayne-Nichols, luego de emerger con una buena performance en el primer debate televisivo de comienzos de septiembre, no logró encontrar su electorado potencial al carecer de propuesta consistente y diferenciada, más allá de lograr ser reconocido como una persona de buenas intenciones, moviéndose entre 1,7% de Feedback al 5% de Cadem, con un promedio de 3,1%.
Enríquez-Ominami, por su parte, que en 2021 logró 7,6% de los votos, buscó ahora un electorado prácticamente inexistente, al posicionarse con similar virulencia contra la derecha y los que gobiernan, de manera que se mueve entre el 0,2% de Feedback y el 2,5% de la CEP, con 1,4% de promedio, casi siempre dentro del margen de error. El mismo posicionamiento tiene
Eduardo Artés, aunque desde la ortodoxia de izquierda, y después de un resultado de 1,5% en la elección anterior, regresará a un resultado similar al que obtuvo en 2017. En las encuestas se mueve siempre entre 0 y 1% de los votos.
Todas las encuestas, a excepción de La Cosa Nostra, ubican a José Antonio Kast en segundo lugar, pasando a segunda vuelta. Su promedio general es 22,3%, 8,5 puntos por detrás de la candidata gobiernista, 5,1 puntos sobre el resultado promedio de Johannes Kaiser y 7,1 más arriba del de Evelyn Matthei. Después de haber disputado palmo a palmo la primera posición con Jeannette Jara, perdió adhesión desde fines de septiembre hasta ahora, quedando relegado al segundo lugar, y en algunas de las mediciones, como Black & White y Studio Publico, a sólo 2 o 3 puntos porcentuales de Kaiser.
Johannes Kaiser aparece en tercer lugar en 7 de las 11 encuestas consideradas aquí y en otras dos aparece empatado con Matthei en esa posición. Su promedio es 16,3%, variando desde el 13,8% de Latam Pulse al 22% de Studio Publico, y con sólo 7,5% en la encuesta CEP, cuyo campo no alcanzó a captar su repunte, pues se realizó entre el 22 de septiembre y el 17 de octubre. La Cosa Nostra, en cambio, lo pone empatado en el segundo lugar disputando con Evelyn Matthei el pasaje a segunda vuelta.
Evelyn Matthei llega cuarta a la recta final, después de haber punteado en la carrera presidencial durante todo 2024 y hasta mayo de 2025 en 7 de las encuestas analizadas y sólo aparece en tercer lugar en la encuesta CEP, aunque a 13 puntos de Kast, y empatando en esa posición con Kaiser en Panel Ciudadano y superándolo por décimas en Latam Pulse. Su promedio, sin embargo, es 15,2%, a sólo 1,1 puntos de Kaiser, pero a 7,1 de Kast.
Franco Parisi se sitúa en la quinta posición en las once encuestas que presentamos aquí, aunque con números muy divergentes. Cerca o encima de los dos dígitos (9,6 a 13,6%) en la CEP, Cadem, Tuinfluyes, Criteria, Latam Pulse, Pulso Ciudadano y Panel Ciudadano UDD, y muy por debajo (entre 4,5 y 7%) en La Cosa Nostra, Black & White, Studio Publico y Feedback. Su promedio es 8,7% de los votos, aunque le va mucho mejor, al igual que a Kast, en los electores nuevos que en los habituales, y como los primeros pueden estar subrepresentados en las encuestas, se puede esperar una performance superior a la que reportan todas las encuestas.
Harold Mayne-Nichols, ME-O y Eduardo Artés marcan en conjunto entre 2,4 en Feedback y 7% en Cadem, con un promedio de 5,2% de los votos, y todas ponen a HM-N en sexto lugar y a Artés en la última posición, con Marco Enríquez-Ominami obteniendo la peor performance de sus cinco aventuras presidenciales.
El 16 de noviembre no sólo sabremos el resultado de la competencia electoral por la presidencia de la República, particularmente de la primaria opositora en que se convirtió la primera vuelta, sino también de la competencia de las encuestas por captar la intención de voto de unos 13 millones de electores que concurrirán a las urnas en la primera elección presidencial y parlamentaria con voto obligatorio para 14,9 millones de ciudadanos chilenos mayores de 18 años y 855 mil extranjeros residentes legalmente en Chile desde hace 5 o más años (aunque la no concurrencia a votar de estos últimos no tiene sanción pecuniara).
Como se ve en la tabla con los datos de estas 11 encuestas, todas coinciden en quién ganará la primera vuelta y en los tres que arribarán en los últimos lugares.
El CEP, Cadem, Panel Ciudadano UDD, Feedback, Tuinfluyes, Latam Pulse y Criteria muestran una ventaja de entre 5,2 puntos (Feedback) a 13,8 (CEP) y, por tanto, puede decirse que estas encuestas proyectan con certeza a José Antonio Kast de ganador en la primaria opositora, pasando a competir en segunda vuelta con Jeannette Jara.
Pulso Ciudadano, Black & White y Studio Publico, en cambio, nos hablan de una disputa aún no resuelta por el pasaje a segunda vuelta, con ventaja de Kast sobre Kaiser, pero de sólo 3,4, 3 y 2 puntos porcentuales, respectivamente, cifras suficientemente exiguas como para ser modificadas por los eventos políticos y mediáticos de los días que restan para la elección.
La Cosa Nostra, por su parte, dibuja una estrecha disputa de Matthei y Kaiser por el pasaje a segunda vuelta, con ambos superando por 1,6 puntos porcentuales a Kast, y con una tendencia persistente a la baja que lo dejaría fuera de la carrera.
Las mismas encuestas entregan pistas adicionales que nos permiten apostar a lo que ocurrirá con algún fundamento. La primera es que hay una diferencia de comportamiento electoral muy relevante entre los votantes habituales y los que se incorporan con la obligatoriedad, pues entre estos últimos, que se presume estarían subrepresentados en las encuestas, las candidaturas de Parisi y Kast tienen rendimientos muy superiores a los que registran entre los votantes habituales, mientras a Jara le ocurre exactamente lo contrario.
La segunda pista es que, cuando se pregunta por cuán decidido está el voto, la franja que podría cambiar su voto es mayor entre los que prefieren a Matthei, Parisi y Harold Mayne-Nichols.
¿Cómo explicar que Kast marque 17,7 para La Cosa Nostra y 24,5 en Criteria y 28,8 en la encuesta CEP? ¿O que Kaiser tenga 7,5% en la CEP, 13,8% en Latam Pulse y 22% en Studio Publico? ¿O que Matthei registre 13% en Tuinfluyes y 19,3% en La Cosa Nostra? ¿O que Parisi marque apenas 4,5% en La Cosa Nostra y 6,3% en Feedback, mientras lo prefiere11,3% en la CEP y 13,6% en Latam Pulse?
No es fácil, particularmente porque se trata, en su mayoría, de encuestas de panel, salvo la telefónica Cadem y la CEP de hogares, aunque todas se aplicaron en días muy cercanos, salvo la CEP, cuyo trabajo de campo es mucho más prolongado.
Es que las encuestas no son huinchas de medir ni la adhesión electoral equivale a centímetros de una tela. A la misma empresa, con el mismo procedimiento, el mismo procesamiento estadístico, nunca le saldrán los mismos números, aunque se aplicara con pocas horas de diferencia. Y las distintas empresas construyen sus muestras de distinta manera y todas tienen algún sesgo inevitable, por eso hay que comparar cada encuesta consigo misma en un tiempo anterior, para evaluar la dirección en que se van modificando las orientaciones de voto, y no entre una y otra encuesta.
Por supuesto, cuando con distintas muestras, diferentes cuestionarios y variados procedimientos, resultan los mismos o similares datos, su probabilidad de ocurrencia es alta. Pero aun así, se trata sólo de probabilidades, no de certezas, tratándose de personas tomando decisiones, que naturalmente interactúan y son influenciadas por los acontecimientos hasta el momento de entrar a la urna.
La democracia, por definición, es incertidumbre. Y mayor es la incertidumbre cuando ya no vota sólo la mitad ideologizada y politizada de la población, sino también la otra mitad, que no lo hace desde un marco de referencia ideológica ni desde una posición en el eje izquierda-derecha, sino desde donde le aprieta el zapato, desde sus urgencias y su evaluación de la credibilidad y capacidad de las distintas candidaturas para responder con soluciones a éstas.
Todo eso es cierto, pero no alcanza para explicar que Parisi marque tres veces menos en una encuesta que en otra realizada en la misma fecha y con similar procedimiento, que una encuesta ponga a Kast en cuarto lugar cuando todas las demás lo sitúan detrás de Jara o que otra le dé a los tres candidatos menores casi tres veces menos intención de voto que buena parte de las otras.
Cada una tendrá que hacerse cargo de sus proyecciones al día siguiente de la elección. Porque alguien estará equivocado. El mercado y los medios de comunicación, esperemos, sabrán cobrar en prestigio, credibilidad y proyección futura de las distintas empresas dedicadas a la investigación de opinión pública.
Con los datos actuales, y faltando aún dos debates que serán relevantes, once días de franja y casi dos semanas en que se pondrá a prueba la templanza de las distintas candidaturas, si la elección fuera mañana, apostaría que Jeannette Jara obtendría 29 a 30%, José Antonio Kast 23 a 24%, Johannes Kaiser 17 a 18%, Evelyn Matthei 15 a 16%, Parisi 10 a 11% y los otros tres sumarán en torno a 5%.
Pero la elección no es mañana, sino el domingo 16, y como en lo fundamental es una primaria opositora no es dramático para los electores migrar desde una a otra candidatura de la oposición. Estos doce días que restan pueden confirmar o modificar estas proyecciones, que actualizaremos el sábado previo a la elección, porque lo que está prohibido difundir son resultados de encuestas, no las apuestas de viejo rutero en procesos electorales. (por Pepe Auth, Ex Ante)



