Aspirantes al timón: el deber ser presidencial-Iris Boeninger

Aspirantes al timón: el deber ser presidencial-Iris Boeninger

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Ser Presidente de Chile, ni más ni menos.

Entre posibles candidatos que lo piensan congelando la política a esa decisión; otros que no tienen experiencia más allá de haber sido o ser diputados; otros que se repiten cada cuatro años como si volver a competir fuera un juego inocuo para el país y no lo es; otros que no miden en las encuestas y la frase tan escuchada “estoy disponible”, transita la necesidad honesta de que quien realmente sepa y sienta que está preparado para gobernar el país, con experiencia ejecutiva, parlamentaria y de gestión lo haga con esa conciencia.

Si hay duda, no vaya. Si no hay experiencia, abstenerse. Se trata de ser presidenta o presidente de Chile ni más ni menos. Esto quiere decir de todos quienes habitan la Patria.

Quien tome esta decisión, cruzará, como dijo Barack Obama al presentarse a candidato a Presidente, una línea invisible que le cambiará la vida de manera inexorable a las personas.  Se trata de la vida de los chilenos. El mundo hoy no aporta certidumbre, más bien todo lo contrario. Chile no puede seguir perdiendo los logros que se obtuvieron en los últimos treinta años. Quisieron destruirlos y no pudieron. Chile retrocedió eso sí, no hay duda.

La realidad del país es compleja: un estancamiento que comenzó en el segundo gobierno de la ex presidenta Bachelet por reformas mal hechas. El mismo se profundiza con el “octubrismo”.

La vocera de gobierno (s) Nicole Cardoch dijo: “Yo no recuerdo en ningún momento que haya habido enfrentamiento directamente con Carabineros” refiriéndose al estallido de octubre de 2019. Hubo agresión física, acorde los registros del libro de guardia del Hospital Institucional y también hubo agresión material. Incendiaron totalmente la Iglesia Institucional de Carabineros y Monumento Nacional. Pero además incendiaron la Iglesia Patrimonial de la Veracruz del barrio Lastarria y la Iglesia también Patrimonial de la «Asunción» en Avda. Vicuña Mackenna. Y tanto más.

Atacaron y denostaron a los carabineros. Inventaron el perro matapacos. Quisieron refundar la institución. No se acuerdan. No estuvieron. Destruyeron. No fue tanto. Falso. Quisieron destituir al ex Presidente Sebastián Piñera. Todo esto ocurrió en octubre de 2019. No se hicieron nunca cargo del costo que esta violencia tuvo para el país. Negar la participación y el apoyo a quienes tiraban bombas molotov, el apoyo otorgado a la primera línea algunos de los cuales fueron indultados, es mentirle abiertamente a la gente. El ciudadano es sabio.

Hoy gobiernan y están lejos de haber logrado algo que resuelva las demandas de la marcha del 25 de octubre. Todo lo contrario. No se trata de ser agoreros sino sinceros. Dato mata relato.

La política de retiros fue muy dañina. La pandemia. Dos procesos constituyentes fallidos y un gobierno sin experiencia de la mayoría de sus integrantes. Carísimo para Chile en varios aspectos: se dañó la gobernabilidad al no existir certezas acerca de reglas de juego claras, se profundizó el estancamiento y un letargo se adueñó del país nublando algo la esperanza. Todo esto debe llevar a la reflexión y a la responsabilidad.

No es una decisión liviana, pero si debe ser responsable ya que tiene impacto en el país y su desarrollo, como también lo tiene el comportamiento político.  La decisión de ser candidato no trata de solo ganar poder para sí mismo, para su partido y sus cercanos, sino de tomar el compromiso de brindarle un mejor futuro a los jóvenes, devolver la esperanza perdida, brindar mayores oportunidades en una mayor equidad.

A tres meses y medio de las primarias, nueve de la primera vuelta presidencial y parlamentarias no hay lugar para especulaciones e inexpertos. El costo electoral es elevado para los chilenos, no se trata de un juego que de fama y plata. Se trata de la vida presente y futura de cada uno de los habitantes del país.

La honestidad y la responsabilidad deben primar. La estrategia y la cordura deben primar en los pactos y acuerdos electorales particularmente de la oposición para las parlamentarias. El gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera, tuvo una oposición nefasta que no apoyó leyes y que quiso destituirlo. Por ello, la oposición debe ser estratégica, debe unirse para lograr mayorías parlamentarias en base a los acuerdos programáticos que Chile necesita para salir adelante para el próximo gobierno.

La línea entre hacerlo bien o mal es muy delgada. Ello requiere equipos sólidos de trabajo para el proyecto país que hoy se necesita. Gente que muere en listas de espera, la calidad de la educación que se ha deteriorado a niveles inaceptables y muy dañinos, déficit habitacional, daños de los incendios del verano del año pasado en más del 90% aún sin reparar, inseguridad y homicidios y tanto más. El crecimiento económico actual no alcanza. El déficit fiscal y los constantes errores de la Dipres no tranquilizan. Chile aumentó su deuda al cuarenta por ciento del PIB.

La responsabilidad de gobernar un país requiere un deseo y compromiso profundo, liderazgo, capacidad, experiencia y un gran equipo sólido para acompañar que cuente con experiencia real y no de amistad exclusivamente.

No se puede improvisar. El diseño del proyecto país y el equipo de trabajo ya debería estar diagramado y funcionando en los aspirantes.

La salud de la democracia dependerá del éxito que se obtenga para satisfacer las necesidades de la gente.

Citando a Winston Churchill, «la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado» (El Líbero)

Iris Boeninger