“El Frente Amplio nació con una fecha de muerte después de la primera vuelta”. Ese fue el análisis que hizo el candidato presidencial del Partido Unión Patriótica (UPA), Eduardo Artés, vislumbrando un quiebre en sus bases entre quienes apoyarán al abanderado del oficialismo, Alejandro Guillier, y quienes no lo hagan.
El fundador de UPA se convirtió en el primer invitado en la serie de entrevistas que Diario La Nación –con la colaboración del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello- realizará de cara a las elecciones del próximo 19 de noviembre, y en en el encuentro analizó el actual momento de la política chilena, acusando la existencia de más similitudes que diferencias entre la Nueva Mayoría y Chile Vamos, afirmando que la coalición del oficialismo no es de izquierda.
Además, Artés reconoció que el objetivo de su candidatura no es ganar las elecciones, sino que usarlas como plataforma para visibilizar sus propuestas y atraer nuevos militantes.
“Nuestro objetivo ya está hecho, que es dar un nuevo espacio para reconstruir la izquierda y eso lo estamos logrando. Hay mucha gente que se ha ido entusiasmando, incluso en lugares que no teníamos a nadie y fuera del país, con un proyecto popular (…) Ese es nuestro primer éxito”.
Sobre si tiene conflicto sobre usar el proceso con estos fines, Artés acusó que es un uso similar al que le da la “burguesía”.
“Ellos hacen estas elecciones para darle una válvula de escape a la presión social. Nosotros participamos porque hemos ganado este espacio con lucha. Vamos a quedar con un acumulado de consciencia, que nos permitirá que las grandes movilizaciones que vendrán tengan un norte más claro”, dijo el candidato a nuestro medio.

Consultado sobre el escenario que se le viene al Frente Amplio en las presidenciales, Artés aseguró que es un conglomerado con fecha de caducidad y con “una crisis anunciada”.
“Ellos están muy complicados, creo que no pasarán de noviembre como tal. La crisis está anunciada, porque está claro que hay un sector que no apoyará a Alejandro Guillier y otro que sí lo hará a todo evento. Nació con fecha de muerte inmediatamente terminada la primera vuelta”, explicó.
Sobre sus militantes, el candidato aseguró que “hay algunos que son más correctos, algunos que son compañeros que se proclaman de izquierda, que se equivocaron y se metieron a un invento que era para atraer nueva gente a la Nueva Mayoría, con operadores políticos como Gonzalo Martner del Partido Socialista y que ayudó a armar todo eso”.
“Estamos frente a algo que anuncia una nueva tragedia que dejará a muchos defraudados”, agregó.

Finalmente, el candidato de UPA hizo un duro análisis de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, en que aseguró que la intención del abanderado del Partido Progresista (PRO) no es la de un proyecto de país, sino que la de negociar apoyos con la Nueva Mayoría y así estar considerados para nombramientos en ministerios y otras reparticiones públicas.
“Meo es Meo, es difícil darle una caracterización”, resumió.
“Lo único que quiere es salvar su situación y tener un espacio bajo el paraguas de la Nueva Mayoría y lo dice a cada rato: ‘que cuándo nos ponemos de acuerdo’. Y como no lo llaman, inventa cosas, pelea con Guillier para ver cómo acumula algunos puntos de cara al a primera vuelta, porque de acuerdo a eso es cómo harán la negociada que van a hacer para la segunda vuelta y cuántos ministerios le pueden tocar, gobernaciones, embajadas, subsecretarias… ellos trabajan eso. Es una burla”. (La Nación)



