Marzo simboliza el inicio de la actividad fuerte e intensa del año, aunque enero y febrero han sido más que intensos, signados por los incendios, la muerte de un ex presidente, el secuestro y muerte de un ex militar venezolano refugiado en Chile y mas de 120 homicidios, entre ellos, los de seis menores de edad.
Debiéramos dejar atrás la incertidumbre para retomar el camino de la transformación. La política no puede ser la misma, y esto exige un gobierno verdaderamente conectado con los problemas, a líderes, partidos e instituciones que deben enfrentarse a la difícil situación que se vive, tal de entender las emociones de la gente, que será más importante que medir solo opiniones, lo que nos dará más información, ya que necesitamos otra mirada, otra interpretación de la sociedad angustiada ante tanta cosa y la clara incapacidad para resolverla.
Comienzan las clases, ojalá en todo Chile, aunque ya anticipamos problemas en Atacama.
Termina el feriado judicial y el parlamentario. Volvió recién el Presidente de sus vacaciones, cumpliéndose el próximo 10 de marzo, dos años de su gobierno, un mal gobierno del que no podemos festejar casi nada. ¿Qué cuenta podrá hacer el próximo 1º de junio?
Sumamos que el 6 de marzo se cumplirá un mes del trágico fallecimiento de quien presidió Chile dos veces. Un acontecimiento que sacudió fuerte la política. Chile Vamos organiza un amplio e importante homenaje, cuyo símbolo es la unidad y darle continuidad al legado del ex Presidente Sebastián Piñera, que fue enorme según coincidimos una gran mayoría de los chilenos. El importante mea culpa del Presidente Boric fue denostado por el Partido Comunista y algunos del Frente Amplio. Sin embargo, es importante destacar el sincero y cálido abrazo del Presidente a Cecilia Morel en ese momento.
Ad portas del emblemático 8 de marzo, día de la mujer, se hubiera esperado de este gobierno más en esta materia, siendo su rostro el de la “perspectiva de género” al extremo , sin grandes logros por parte de ese feminismo identitario que muestra a una Irina Karamanos construyendo su propio poder eliminando la figura de primera dama, cometiendo el lapsus de querer llamarlo “Gabinete Irina Karamanos”. ¿Suma esto, acaso, a los desafíos de la mujer en materia de mayores oportunidades y mayor igualdad? No creo.
El año 2024 es un año de elecciones de gobernadores, alcaldes y concejales, donde claramente el centro y la derecha deben recuperar alcaldías y gobernaciones en manos del Partido Comunista y Frente Amplio por el deterioro que se observa en distintos municipios, destacando Santiago entre ellos. Como le decía Óscar Guillermo Garretón a El Líbero, “Tenemos que lograr que los que están gobernando, dejen de estar gobernando en las próximas elecciones”.
El horizonte se tiñe de una fría opacidad, para todos.
Hombres, mujeres, niños y jóvenes caminan de espalda. No se dan vuelta, porque perdieron las esperanzas de resolver cosas básicas. Pensar en el futuro es hoy, en cierto modo, una quimera, ya que se deben sortear muchos obstáculos que no siempre tienen el final esperado. Atrapados entre esperanzas cada vez más frágiles, debemos preguntarnos qué costo tendrá para la sociedad la realidad presente si no cambia.
¿Seguiremos con miedo a los homicidios asaltos, secuestros y balas perdidas? ¿Los niños seguirán desaprendiendo, o se dará el necesario giro en la abandonada educación publica? ¿Los jóvenes podrán sentir que tienen oportunidades concretas, lo que les haría sentir mayor control sobre su propia vida? ¿El enfermo podrá tener la certeza de que se podrá atender dignamente, y que una enfermedad grave no lo dejará endeudado de por vida, incluyendo a la familia? Necesitamos a la política presente actuando, no puede dejar el futuro en el olvido.
Quienes invierten no tienen claras las reglas de juego, ni en materia de tributos, ni en materia de la permisología que cuenta con 439 procedimientos burocráticos que inciden directamente en el proceso de inversión, ni en materia de costes asociados a reformas pendientes.
El 6 de marzo comienza el debate de la reforma de pensiones, en la Comisión de Trabajo del Senado. El diagnóstico de las bajas pensiones está incompleto. No puede ese debate estar exento de las profundas causas de las bajas pensiones, como son la informalidad (hoy en creciente aumento), las lagunas informales y las formas de contratación. La propuesta que llega al Senado está vacía de los contenidos más importantes.
Nuestros políticos son una preocupación a nivel nacional.
Los movimientos en la derecha son varios. Se anuncia un pre candidato presidencial, Johannes Kaiser, de extrema derecha. Se anuncia la conformación como partido nacional del Partido Social Cristiano, ultraconservador. El senador Rojo Edwards lidera una fuga del Partido Republicano para iniciar un partido libertario a la derecha de Republicanos. Evelyn Matthei lidera las preferencias para llegar a La Moneda, acorde encuestas, como la sucesora natural de Sebastián Piñera, contando ella con la capacidad y firmeza suficientes para profundizar y darle crecimiento al legado de Sebastián Piñera, como también liderar y recuperar a Chile de este profundo estancamiento. Sabe construir equipos y le interesa construir alianzas.
La izquierda gobernante está presa de conflictos graves, no solo por la mala calidad e incapacidad de su gobierno, sino por las distintas miradas que tiene la coalición de gobierno sobre la realidad del país. Busca fusionar los partidos del Frente Amplio, sin estar exento de dificultades ese solo acto. El secuestro y asesinato del ex militar venezolano Ronald Ojeda, refugiado con su familia en Chile, de una extrema gravedad dejan otra marca a la profuna inseguridad que se vive en Chile.
El centro político militante es pequeño y se compone en su mayoría de ex militantes del PDC, PR, PS que dejaron sus partidos desilusionados. Es llamativo, porque la mayoría ciudadana se siente de centro porque no quiere extremos. Cada vez están más claros los extremos de ambos lados de la política.
Es hora ya de construir un amplio centro político, desde Chile Vamos hasta Amarillos y Demócratas, quienes podrán batallar mejor contra la derecha más extrema y ultra conservadora, y la extrema izquierda, ya que pueden llegar a los votantes tradicionales que se sienten alienados en un contexto de polarización. Pueden ofrecerles un sentido y un lugar en el contexto de una sociedad en constante cambio.
El rechazo a la militancia es claro. Es tiempo de acuerdos en serio.
La fragmentación política afecta la gobernabilidad. Hay 25 partidos políticos, y 11 en formación, acorde el SERVEL. Es urgente la reforma al sistema político. La UDI presentó un proyecto y La Moneda se sumaría a evaluarlo, sin embargo el ministro Elizalde manifestó que son prioritarias para el gobierno las reformas sociales. Yo le diría: las dos cosas. Sin gobernabilidad no hay progreso.
Las decisiones a tomar son varias, tal de despejar el camino.
¿En un año electoral, se lograrán dejar de lado las pretensiones personales tal de poner la mirada sobre los problemas colectivos de los ciudadanos y las prioridades de Chile?
Primero Chile, segundo los chilenos, tercero el partido y en último lugar el político y sus deseos personales. Este es el único orden que permitirá la regeneración necesaria para lograr la estabilidad política.
Debemos pasar de la política de grupos diversos, díscolos que hablan por la prensa, a una política de pactos seria, en los que no debe haber espacio para la corrupción ni para la impunidad, buscando unirse en pos de un proyecto país.
A veces, lo que llaman estrategia electoral no mira necesariamente el bienestar de Chile en primer lugar.
No debemos mirar al adversario político como un enemigo. Es momento de dejar de lado bajas y antiguas pasiones que nos dividen entre buenos y malos. Caso contrario vendrán los populismos extremos -de uno y otro color político- que están haciendo estragos, como estamos viendo en países cercanos.
Necesitamos estar a la altura de la circunstancias. (El Líbero)
Iris Boeninger