A una semana del reinicio de la labor legislativa en el Congreso Nacional, la fragmentación política vivenciada tanto en el oficialismo como en la oposición advierte la emergencia de un periodo complejo, donde la derecha deberá dejar sus diferencias de lado para lograr alinearse detrás del freno a algunas de las reformas emblemáticas del programa de Gobierno, que siguen su curso en la Cámara de Diputadas y Diputados, tales como la reforma al sistema previsional y de 40 horas laborales semanales. Además, el proyecto de reforma tributaria que probablemente causa todavía mayor resistencia, tanto en el sector empresarial como en la derecha dura.
Al respecto, al calor de las elecciones de Consejeros Constitucionales, el Partido Republicano ha tomado la decisión de atrincherarse y hablarle directamente a su electorado, apostando por un lenguaje que le haga sentido a lo que muchos denominan la «extrema derecha». Expertos coinciden en que en este nuevo proceso constituyente, la estrategia republicana pasaría por recuperar a un sector del electorado de centroderecha que podría eventualmente defraudarse del rol de Chile Vamos en esta etapa. Desde la tienda fundada por el ex candidato a la Presidencia, José Antonio Kast, buscarían interpretar a aquel sector de la derecha que no está a favor de una nueva Constitución ni en esta ni bajo ninguna circunstancia y ese podría ser el elemento diferenciador para tomar distancia del camino iniciado por los partidos de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli).
En ese sentido, el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, explicó que el negocio de Republicanos es precisamente ocupar el espacio político más extremo del arco ideológico. «Es decir, ellos están por tratar de conquistar y fidelizar a los electores más de extrema derecha. Es un partido que transmite intensidad, y por lo tanto, lo más probable es que no se alinee necesariamente con Chile Vamos. Además, Chile Vamos tiene incentivos totalmente diferentes: la aspiración de Chile Vamos es conquistar al elector de centro, pero en ese movimiento también podría perder electores de centroderecha, y por ahí se puede colar Republicanos, desde la derecha radical», planteó el analista.
De la misma manera, el columnista de El Mostrador, Germán Silva Cuadra, consideró como una «movida de piezas en el tablero interesante» lo que está haciendo el Partido Republico, que a su juicio, es muestra del reorden de las fuerzas de derecha después de los acontecimientos de los últimos años, incluyendo los plebiscitos de entrada y salida, además de la fallida propuesta constituyente. «Creo que Republicanos son inteligentes, al no ceder a las presiones y pactar con el PDG, con quienes tuvieron conversaciones. Creo que finalmente ellos optaron por evitar esa alianza, ya que era mejor para el Partido Republicano apostar a su nicho, que es un espacio más conservador y que se mueve en temas más duros como el manejo de la delincuencia y la migración», agregó Silva Cuadra.
En tanto, y respecto a la estrategia de Republicanos al interior del Congreso Nacional frente a las reformas emblemáticas del Gobierno, y su trámite que tendrá hitos relevantes durante las próximas semanas, Mauricio Morales dijo que no tiene ninguna duda que Republicanos va a plantear una agenda obstruccionista al Gobierno, por lo que, a su juicio, la pregunta no es si Republicanos se pliega a Chile Vamos, sino más bien si es que Chile Vamos termina plegándose a Republicanos. Para el académico de la U. de Talca, los partidos intensos suelen arrastrar a los partidos moderados, y en esa lucha va a estar permanentemente la derecha, sobre todo de cara a la próxima elección de consejeros constitucionales.
Por su parte, analistas coinciden en que el hito electoral de los próximos comicios parlamentarios a realizarse en noviembre de 2025, sería un factor clave y determinante en la organización y en el foco de la estrategia que busca desplegar el Partido Republicano. De acuerdo a lo anterior, Germán Silva cuadra agregó que: «Hoy, los Republicanos a aumentar el piso de 13 diputados que tiene actualmente, lo que si finalmente logra, será a costa de la UDI y de una parte de RN, que estuvo muy cerca del pensamiento del Partido Republicano durante el plebiscito de salida, donde era un voto duro a favor del rechazo. Creo que en este nuevo proceso constituyente, ellos tienen que medir fuerza, y creo que esa fue la apuesta. Pero mi impresión es que ellos pueden ser capaces de quitarle votos, especialmente a la UDI y a un sector más conservador de RN. Me parece que es una jugada astuta», complementó.
Finalmente, Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, agregó que la apuesta del Partido Republicano irá por el lado de instalar un clima de polarización que posibilite una suerte de bloqueo institucional, generando un clima que hace más difícil alcanzar consensos.
A juicio del analista, «si los partidos están dispuestos a defender un conjunto estrecho de postulados, que no serán aceptados por los adversarios políticos, la posibilidad de llegar a acuerdos parlamentarios baja de manera significativa. La gestión del gobierno se paraliza y los problemas más demandados por la ciudadanía no se abordan aumentando la desaprobación del gobierno. Este es el clima electoral de polarización que busca Republicanos de cara a las elecciones de Consejeros Constitucionales, pero también del plebiscito de salida de fin de año. Esta estrategia pasa por arrastrar a la oposición a un enfrentamiento en el clivaje gobierno versus oposición». (por Raúl Espina, El Mostrador)