Un funcionario de Gendarmería de Chile fue víctima de amenazas de muerte este viernes, luego de que desconocidos dejaran una ofrenda floral en las inmediaciones del Centro de Detención Penitenciario (CDP) de Puente Alto, Región Metropolitana.
La institución penitenciaria informó que el «mensaje» intimidatorio fue descubierto por personal de servicio del centro, quienes activaron los protocolos y dieron aviso inmediato a las autoridades de Gendarmería y al Ministerio Público.
Tras ser informada, la Fiscalía dispuso la realización de diversas diligencias, a cargo de equipos especializados, con el objetivo de identificar y dar con el paradero de los autores de las amenazas.
A través de un comunicado oficial, Gendarmería de Chile condenó el hecho: «Desde Gendarmería de Chile condenamos cualquier tipo de amedrentamiento a nuestros funcionarios y funcionarias, quienes cuentan con todo el respaldo para seguir manteniendo el control de las unidades penales del país», manifestó la institución.
GENDARMERÍA ACUSA INDOLENCIA DE MINISTERIO DE JUSTICIA
La Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP) de Gendarmería de Chile emitió un enérgico comunicado criticando al Ministerio de Justicia y a su titular, Jaime Gajardo Falcón, tras la nueva amenaza de muerte dirigida a un funcionario de la institución. La amenaza se materializó este viernes con el hallazgo de una ofrenda floral con frases explícitas en el frontis del Centro de Detención Penitenciario (CDP) de Puente Alto (denominado Santiago Sur en la misiva).
La ANOP manifestó su «rechazo y repudio» ante el hecho, señalando que obedece al «modus operandi del crimen organizado que busca amedrentar» a quienes dirigen los recintos penales. El gremio destacó que esta nueva agresión se suma a otras de similar o mayor gravedad ocurridas en Cauquenes y Talagante, lo que «demuestra la alta exposición al riesgo» que enfrenta la oficialidad ante el crimen organizado.
La crítica central de la Asociación apunta al ministro Gajardo, lamentando que no exista un «real apoyo y reconocimiento del riesgo» que enfrentan. Por el contrario, la ANOP aprecia una «actitud particularmente indolente» hacia su escalafón, contrastándola con la rápida disposición de iniciativas legales y recursos para otros estamentos más numerosos.
Los oficiales denuncian un «desinterés o incapacidad» de la autoridad para resolver problemas, como los previsionales que los afectan, y la ausencia de medidas concretas que entreguen «mínimas condiciones de seguridad, protección y garantías, acordes a los riesgos de la nueva criminalidad». La ANOP enfatiza que el personal de Gendarmería y sus familias están siendo «entregados a su suerte» frente al crimen organizado.
Finalmente, la Asociación fue categórica al señalar que el único legado de la actual administración es un «hacinamiento histórico» con más de 63.000 reclusos, graves problemas de infraestructura y una dotación de personal insuficiente. Acusan que estas falencias se «maquillan» llamando a retiro a jefaturas de unidades penales por responsabilidades de mando, como en la reciente fuga de la cárcel de Valparaíso, con el fin de «evitar que se asuman las responsabilidades políticas por la mala conducción ministerial». La ANOP concluye que el crimen organizado se combate con «medidas concretas, efectivas y oportunas que protejan y den garantías» a quienes lo enfrentan en las cárceles. (NP-Gemini-Emol)



