La presidenta de la Asociación de AFP, Paulina Yazigi, insiste en que la reforma de pensiones debe verse como un proceso al que aún le quedan muchísimas estaciones, más que un hito concreto que quedó en el pasado, tras su promulgación del pasado viernes 21 de marzo. No sólo por el extenso calendario de implementaciones y los cientos de reglamentos que deben ponerse en marcha, sino porque los macizos ajustes al modelo siguen dejando temas pendientes.
“Vamos a tener que estar hablando en muy poco tiempo más de sincerar la edad de jubilación legal, pero también, de subir los puntos de cotización, porque vamos a quedar cortos. Esto es un continuo, no un antes y un después”, asegura la economista de la Universidad Católica, con una vasta experiencia en el mercado de capitales, donde trabajó en bancos de inversión y el Banco Central.
En entrevista con Libre Mercado -el nuevo espacio de contenidos económicos de El Líbero, que tendrá semanalmente entrevistas y columnas de opinión-, la presidenta del gremio de las AFP destaca algunos aspectos positivos de la reforma, como el aumento de 4,5 puntos porcentuales en la cotización individual, pero también es crítica de los elementos de reparto que se incluyeron en el texto final, como el punto porcentual que se destinará a fondear el seguro social y el bono tabla para las mujeres.
Yazigi cuestiona aspectos que, no siendo íntegramente de reparto, sí ofrecen los mismos riesgos que este, como el préstamo de 1,5 puntos de la cotización para pagar pensiones actuales. De hecho, asegura que es el aspecto más negativo que incluye la reforma y afirma que «el punto y medio a préstamo presenta los mismos riesgos que representa el reparto». “El reparto no ha funcionado en ninguna parte del mundo con la demografía que tenemos en los últimos 30 años”, sostiene.
La economista es enfática en que los cotizantes bajo los 35 o 40 años son los más perjudicados con esta reforma. “Cuando tú les subes puntos de cotización adicional, si esos seis o siete puntos porcentuales fueran a capitalización individual rentarían mucho más que el 1,5% que rentaría el préstamo”.
«ALGUNOS SIGUEN HABLANDO DE NACIONALIZAR LOS FONDOS DE PENSIONES»
A nivel de riesgos, advierte sobre el potencial que puede abrirse para un rol mucho más activo del Estado en el sistema previsional. “Siguen quedando puertas abiertas, siguen algunos legisladores hablando de nacionalizar los fondos de pensiones, se le abre con esta reforma una puerta al Estado en muchas dimensiones, se le da muchas atribuciones a la Superintendencia de Pensiones y al Instituto de Previsión Social (IPS)”, sostiene.
Durante la entrevista, Yazigi ejemplifica sobre la importancia que tendrá la implementación concreta de la reforma en un tema crucial: el régimen de inversiones. De acuerdo con el nuevo marco, los actuales multifondos A, B, C, D y E se terminarán en un plazo de 25 meses, reemplazándose por los fondos generaciones que gestionarán los fondos de los trabajadores equilibrando edad con nivel de riesgo. En principio, este ajuste es positivo, ya que impide que personas mayores inviertan sus fondos en alternativas con alto riesgo y, por el contrario, que trabajadores con un horizonte amplio para jubilar estén en fondos de bajo, atentando contra sus tasas de retorno en el largo plazo.
Sin embargo, Yazigi advierte que una cosa es la ley y otra muy distinta puede ser la forma que esta tome según la dirección que defina el regulador: “En la ley quedaron muy pocos límites y queda todo por diseñar. Y ahí depende mucho cómo quede esa normativa, porque ese régimen de inversiones es clave”. (El Líbero)



