Los grupos criminales que hoy día operan en Chile lo hacen en esferas complejas. Saben diversificar sus actividades: secuestros, extorsión, tráfico de migrantes y droga, prostitución, sicariato, lavado de dinero mediante criptomonedas, entro otros.
Por ello, en el mundo actual, el crimen organizado se ha convertido en una de las mayores amenazas a la seguridad de las naciones y, sin duda, a la estabilidad de las sociedades. Lo estamos viviendo en carne propia.
Frente a esta situación se hacen indispensables varias acciones, esas que nos corresponden como ciudadanos y apuntan a la autogestión de la seguridad para poder disminuir la efectividad de las operaciones de estos criminales; y aquellas que le corresponden a la administración pública.
Entre estas últimas labores, se hace indispensable la creación de un grupo multidisciplinario que reúna Fuerzas de Tareas. Este equipo emergería como una respuesta indispensable para combatir organizaciones criminales sofisticadas, bien financiadas y transnacionales. Estas unidades, formadas por agentes de diversos cuerpos de seguridad y sectores especializados, son la mejor estrategia para hacer frente a esta criminalidad que evoluciona constantemente.
Hemos visto esfuerzos para lograr esto. Por ejemplo, las medidas adoptadas por el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, quien dio la instrucción a los fiscales de solicitar la prisión preventiva para aquellos extranjeros indocumentados que fueran detenidos por la comisión de un delito. Esto se conoció como el “criterio Valencia”. Dicha instrucción fue respaldada, primero, por el Poder Legislativo, que dispuso acelerar la tramitación del proyecto de ley que “Modifica el Código Procesal Penal en materia de plazos de detención y permite realizar diligencias de investigación por el Ministerio Público en el extranjero”.
Además del denominado “criterio Valencia”, el Fiscal Nacional se ha mostrado dispuesto a crear equipos de tarea al interior de las Fuerzas de Orden y Seguridad, en conjunto con el Ministerio Público, para combatir al Crimen Organizado. De allí, la creación de los Equipos de Crimen Organizados y Homicidios (ECOH). ¡Gran iniciativa!
Sin embargo, hay que ir un poco más allá. La clave de las fuerzas de tarea radica en su carácter interdisciplinario y cooperativo. Ninguna agencia, por sí sola, podría abarcar todas las áreas involucradas en el desmantelamiento de estas organizaciones. Esta combinación multidisciplinaria hace que las Fuerzas de Tarea sean mucho más efectivas que cualquier organismo actuando solo, y permite una visión más completa de la amenaza. Un equipo con experiencia en áreas diversas —finanzas, tecnología, inteligencia y derecho— es fundamental para abordar la complejidad del crimen organizado.
Además, estas fuerzas reforzadas con tecnología avanzada, herramientas de análisis de datos y un monitoreo constante de patrones delictivos, logran anticiparse a los movimientos de estas redes. A través de análisis de información y monitoreo financiero, se puede seguir el rastro del dinero y predecir operaciones, atacando así las estructuras antes de que generen más daño social. Esto representa un cambio significativo en la manera de abordar el problema: no se espera a que los efectos de los delitos sean visibles, sino que se trabaja en prevenir el crimen desde la raíz.
En conclusión, las fuerzas de tarea para combatir el crimen organizado son una herramienta imprescindible en el panorama de seguridad actual. (Red NP)
Gonzalo Cornejo
CEO de Insight Security



