El abuso de las licencias médicas es evidente y transversal. No se trata solo de fraudes masivos: también existe un uso indebido “inocente”, donde se extienden licencias por razones sociales, laborales o simplemente por engaño del paciente.
Comparto las propuestas del señor Pablo Eguiguren (carta de ayer) para enfrentar esta situación, pero es necesario sumar un control básico: el derecho a ausentarse del trabajo con subsidio debe ser autorizado únicamente por médicos pertenecientes a la red de prestadores en convenio con Fonasa o con cada isapre, y sometidos a protocolos de fiscalización.
Sé que esta medida puede resultar impopular, especialmente entre quienes hacen negocio con este beneficio. Pero este es el estándar mínimo de control que se aplica en la medicina laboral chilena y en los seguros de salud en el mundo entero. (El Mercurio Cartas)
Rafael Caviedes Duprà



