El sociólogo y cientista político Alfredo Joignant expresó su profunda desazón por el estado actual de las izquierdas chilenas, señalando que los primeros años del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, sumados a los fallidos procesos constitucionales, alimentaron un «malestar» que hoy es capitalizado por la derecha. Joignant, académico de la Universidad Diego Portales y columnista, estima que la próxima elección presidencial marcará el fin de un «terremoto histórico» iniciado con el estallido social en 2019.
A juicio del analista, la apertura y guerrilla que se observa en las derechas es una «expresión postraumática» del periodo 2019-2022, que fue traumático para ese sector. Joignant enfatiza que Boric y Giorgio Jackson cometieron un «error muy grave» al atar el destino del Gobierno al proceso constituyente, un fracaso que, junto con la conducta errática de las izquierdas y las acusaciones constitucionales a Piñera, generó un sentimiento antiboricista muy grande en el país. Este trauma explica, según su tesis, el surgimiento de dos derechas radicales, siendo el fenómeno Kaiser una reacción directa a la gestión de Boric.
Joignant, quien es crítico de la falta de recambio generacional en el Socialismo Democrático, el cual considera una «entelequia», plantea que la izquierda chilena terminó con una candidata comunista en el «tiempo equivocado», en un momento de vientos ideológicos contrarios a nivel mundial. Atribuye el triunfo de Jeannette Jara en primarias a la baja participación y lamenta que no se optara por una primera vuelta que funcionara como primaria para la derecha, un acierto que a esta última le resultó «lejos» mejor.
El cientista político sostiene que Chile sí giró a la derecha, apoyándose en encuestas que muestran que el electorado que se declara de derecha creció del 7% al 24% en solo seis años. La causa de este auge de la derecha son las «chapucerías en el acto de gobernar» por parte de la izquierda, los errores de gestión y una «fantasía identitaria que dejó espantada a mucha gente».
Joignant cree que la izquierda no ha hecho méritos para ganar una elección que probablemente pierda, e insiste en que, si pierde, debe hacer un proceso reflexivo sobre las fallas programáticas e ideológicas que han aquejado a su sector. Respecto a la batalla cultural que plantea Kaiser, el académico cree que es un anuncio «en serio» que busca acorralar a la izquierda en sus luchas identitarias, algo que la izquierda chilena no ve, al haber descuidado las causas materiales que sí mueven a los votantes. En su crítica, Joignant apuntó a Boric por intervenir demasiado en la campaña, interpelando seis veces a Kast, lo que consideró «seis días de campaña perdida» para su candidata.
Finalmente, Joignant advierte un «riesgo todavía mayor» para la derecha de caer en un espíritu «refundacional», creyendo haber ganado la batalla cultural y buscando ejercer una eventual mayoría parlamentaria sin considerar a las minorías. (NP-Gemini-La Tercera)



