Un mejor ánimo pareciera comenzar a calar entre los hombres de negocios del país. Así lo sugiere el Índice de Confianza Empresarial (ICE) que elabora el Centro de Estudios Económicos y Negocios de la Universidad del Desarrollo y Diario Financiero, el cual transitó durante junio desde un estado ‘levemente pesimista’ a uno ‘neutral de expectativas’.
Con este paso quedó atrás el pesimismo en que sumergió el indicador en mayo y se puso a tono con un ambiente positivo, que se sostiene en estimaciones más favorables sobre la velocidad del crecimiento de la economía en la segunda parte del año. Nada que vaya a cambiar la pobreza de los números de forma significativa -de hecho, se asume un resultado anual de 1,4% a 1,5%-, pero sí una marcha más acelerada, del orden de 3%, que será una auspiciosa puerta de entrada para 2018.
Por sectores, precisamente dos de los seis principales mejoraron su nivel de expectativas con respecto al mes precedente: el agrícola y financiero.
En el caso del campo, se observó un ascenso de dos niveles (pasando de ‘pesimista’ a ‘levemente pesimista’).
De acuerdo al reporte del CEEN, el repunte en el agro respondió a las percepciones más auspiciosas de la ‘situación del negocio’ y ‘precios de insumos’. Adicionalmente, en este ámbito de la economía continúa influyendo de manera significativa la caída en la percepción ‘número de trabajadores’.
Pero si de recuperación se trata, la observada en el rubro financiero sacó ventaja, pues involucra más de nueve puntos para pasar de un ‘nivel neutral de expectativas’ a uno ‘levemente optimista’. Comparado con la situación de junio de 2016, el repunte alcanzó a 11,9 puntos.
Este auspicioso avance coincide con un repunte en la sensación sobre la ‘situación del negocio’ por parte de las grandes empresas.
En este tipo de compañías, no obstante, la expectativa sobre el ‘número de trabajadores’ se afianzó por segundo mes consecutivo en un nivel ‘levemente pesimista’.
Los otros sectores incluidos en el ICE, como comercio, construcción y minería, no registraron cambios significativos y se mantuvieron en un ‘nivel neutral de expectativas’.
La confianza del rubro industrial también se mantuvo, pero en este caso se trata de un estado ‘moderadamente pesimista’, el cual representa un deterioro respecto a lo verificado hace un año.
DÉBIL ECONOMÍA
Sólo la perspectiva sobre la ‘situación económica’ quedó al margen de los avances que registraron las principales percepciones que mide el ICE al terminar el primer semestre. Y tras anotar -1,8 puntos en mayo, en junio se ubicó en -17,5 puntos.
Esto se dio en un escenario donde se conoció que el Indicador Mensual de Actividad Económica se movió sólo 0,1% en abril, comparado con igual lapso de 2016; en tanto que el Índice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon) cayó 4,9% en igual período.
A su vez, la producción minera se contrajo 2,6% en mayo, a raíz de una menor extracción y procesamiento en los tres tipos de minería que componen el sector. La producción manufacturera, en contraste, aumentó 1,9% año a año, revirtiendo la disminución de 7,5% del mes previo. Y el índice de producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) aumentó 3,2% en doce meses. (DF)
