Alberto Salas deja hoy la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y en su discurso de despedida recordó los actos de colusión que se han producido estos años, actos que según comentó, le causaron «personalmente, mucho dolor».
«Aquellas acciones empresariales absolutamente reñidas con la ética y los valores, que tanto daño han causado a las personas, deteriorando a la confianza y afectando gravemente la imagen del empresariado», indicó.
Por otra parte, el ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería reiteró sus duras críticas a las reformas impulsadas por el Gobierno.
Salas señaló que los cambios que ha llevado adelante el Ejecutivo han producido un panorama de «crecimiento económico mediocre» y un ambiente «cargado de desconfianza y bajas expectativas».
«Las principales causas de estos fenómenos se relacionan con las dificultades en el escenario económico internacional, y en mucho mayor medida, con los efectos que ha provocado internamente la discusión e implementación simultánea de varias reformas profundas, que si bien obedecen a objetivos loables, la mayoría ha sido mal ejecutada», sostuvo.
«Esto ha generado un clima de incertidumbre que ha golpeado directamente a los emprendedores, a los consumidores y a los inversionistas», añadió.
Manifestó que «Chile necesita volver a crecer sobre el 5%. Y para ello es indispensable mejorar el clima de inversión y aumentar la productividad, para que ella vuelva a ser un motor de la economía».
«Desde la CPC hemos hecho un trabajo significativo: creamos una comisión de productividad, donde más de 100 empresarios y expertos aportaron su experiencia práctica en diversos ámbitos es proponer al país un conjunto de propuestas para mejorar entre todos la productividad», añadió el ahora ex líder del gremio.
Esta urgencia por retomar las riendas del crecimiento es la consecuencia, según Salas, de un 2015 y 2016 caracterizados por «una compleja coyuntura económica y social, marcada por un crecimiento económico mediocre, por la escasez de inversiones y un ambiente cargado de desconfianza y bajas expectativas». (DF-Emol)


