Eran pasadas las 22.00 del lunes último. Mientras gran parte de la atención estaba puesta en el partido de la selección chilena contra Argentina en San Francisco, Estados Unidos por la Copa América; en Providencia, parte importante de la plana mayor del Partido Socialista se reunía reservadamente en el departamento de una de sus históricas figuras: el ex secretario general de la OEA y actual agente por la demanda marítima de Bolivia en La Haya, José Miguel Insulza.
Era un lunes intenso. La Presidenta Michelle Bachelet había anunciado la decisión del gobierno de pasar a la ofensiva en la disputa con Bolivia a través de una nueva demanda en el tribunal internacional por las aguas del río Silala.
Además, durante el comité político de esa mañana en La Moneda, los ministros transmitían a los presidentes de la Nueva Mayoría que el gobierno presentará una reforma constitucional para intentar destrabar la reforma laboral. Y más temprano, la Mandataria se había abierto a la opción de bajar la querella por injurias y calumnias contra cuatro periodistas de la revista Qué Pasa, tras múltiples críticas de todos los sectores por su decisión.
Insulza, además, tenía programada una activa agenda para las próximas horas: el martes tomaría un vuelo rumbo a París para encabezar varias reuniones de trabajo con el staff de abogados internacionales que defienden a Chile en el juicio abierto con el gobierno de Evo Morales por la demanda marítima boliviana ante La Haya. Con todo, Insulza decidió hacer un alto en su rol de agente para ejercer su lado más político. De hecho, transmitió a sus invitados que la razón de la cita era analizar la contingencia política y los últimos acontecimientos que enfrenta el oficialismo.
Los presentes aseguran que Insulza comenzó la reunión planteando que no era necesario hacer un diagnóstico del gobierno porque todos, probablemente, tenían uno similar y compartido respecto de los problemas que enfrentaba hoy el Ejecutivo.
En la mesa había nueve comensales; la presidenta del PS, Isabel Allende, el secretario general del partido, Pablo Velozo; el ministro vocero de gobierno, Marcelo Díaz; el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy; el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade; el senador Juan Pablo Letelier, el ex ministro Álvaro Elizalde y el alcalde de El Bosque, Sadi Melo. Camilo Escalona también había sido convocado, pero finalmente no llegó.
Durante la cena que se extendió hasta pasada la medianoche, de acuerdo al relato de varios asistentes, Insulza se dedicó a escuchar a sus invitados y en muy pocas ocasiones tomó la palabra. Efectivamente el diagnóstico era compartido: todos admitieron su preocupación por el rumbo del gobierno, los problemas de coordinación de los partidos oficialistas y el riesgo latente de perder las elecciones presidenciales de 2017.
El complejo diagnóstico
El primero en abrir los fuegos fue el diputado Andrade, quien criticó duramente la gestión del Ejecutivo. Acusó -afirmaron quienes estuvieron presentes- graves problemas de gestión y cuestionó a los ministros del comité político por manejar, a su juicio, de mala manera la coordinación con el oficialismo. Además, fustigó especialmente al hoy renunciado ministro del Interior, Jorge Burgos -ese día aún no se conocía su decisión de salir del gabinete- y al titular de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre. Según los presentes, el diputado habló de un “mal elenco político” y de problemas complejos en la coordinación entre La Moneda y los partidos de la Nueva Mayoría.
En este contexto, los presentes ahondaron en la falta de definiciones por parte del gobierno respecto de nuevos nombramientos en el gabinete. Y es que desde hace varios meses que el Ejecutivo viene transmitiendo al bloque su disposición a realizar cambios en estos cargos, sin embargo, hasta la fecha no ha habido modificaciones. Así, los asistentes responsabilizaron al gobierno por la “lentitud” que a su juicio ha mostrado para evaluar y modificar a algunas autoridades en las intendencias y subsecretarías. Quienes participaron en la cita afirman que el ministro Díaz, como representante del Ejecutivo respondió, afirmando que la responsabilidad ha sido de los partidos, ya que han propuesto nombres de reemplazos que no cumplen con los requisitos o estándares para el cargo. Esto fue retrucado por parte importante de los presentes, quienes plantearon que el gobierno debía asumir sus responsabilidades en este problema.
En medio de su intervención, Andrade apuntó además sus dardos a la Mandataria. Quienes participaron del encuentro aseguran que él dijo que será ella la responsable de entregar, una vez más, la banda presidencial al ex presidente Sebastián Piñera, quien es hasta ahora la figura mejor evaluada de la oposición para competir por el sillón presidencial.
Según los asistentes, el diputado terminó con una sentencia dura: dijo que no había que olvidar que el gobierno de Bachelet se acaba en 2018, pero que el Partido Socialista sigue, agregando que ya era momento de preocuparse de un próximo gobierno.
En medio de su duro diagnóstico, el parlamentario acusó a la directiva del PS de no haber contribuido al gobierno generando puentes de acuerdo con el oficialismo.
Así mismo, parte de los asistentes exigieron a la mesa mejorar la coordinación, planteando que el partido debe definir cuanto antes a un candidato presidencial para ordenar las prioridades y comenzar a trabajar por las próximas elecciones municipales y parlamentarias. Al respecto, Allende -quien es mencionada en el bloque como una potencial abanderada presidencial-, insistió en que por ahora sus responsabilidades están centradas liderar al partido y apoyar al gobierno.
Una de las conclusiones del lunes fue que, bajo esta lógica, los líderes del partido deberían comenzar a “sincerar” sus aspiraciones electorales. Así, se le preguntó directamente a Díaz si dejará el Ejecutivo para convertirse en candidato a senador y el actual vocero de Palacio le contestó que estaría “disponible” para un desafío así.
La consulta de los presentes coincidió además con la petición que el pasado 30 de mayo hizo la propia Bachelet a sus ministros, quien en su última reunión de gabinete solicitó a todos sus secretarios de Estado trasparentar sus aspiraciones electorales para definir un cambio de gabinete y asegurar la continuidad en la gestión del gobierno.
Según quienes conocieron detalles de la velada, en la cita también se habló de una eventual candidatura de Elizalde en la Región del Maule, quien registra una serie de viajes a la zona durante el último tiempo.
Un acuerdo transversal
En medio de la discusión y el diagnóstico crítico por el futuro electoral de la coalición, Marcelo Díaz planteó la idea de buscar un acuerdo dentro del PS y extenderlo a la Nueva Mayoría para darle gobernabilidad a la gestión del Ejecutivo en lo que queda de administración.
Esto, tomando en cuenta la sostenida baja en las encuestas que hay respecto de la evaluación del gobierno y particularmente de la Presidenta Bachelet, quien en la última medición de Adimark alcanzó su mínimo histórico, llegando a tan sólo un 24% de aprobación y un 72% de rechazo.
La idea fue valorada por varios, entre ellos Elizalde e Insulza. Este último incluso planteó la opción de extender un consenso hacia los partidos opositores para buscar solucionar los principales problemas del país. En este punto la conversación apuntó que la crisis de legitimidad del sistema político y el sombrío panorama económico configuración escenario de alta complejidad.
Tanto Allende como Velozo aclararon en la reunión que desde el PS siempre se ha intentado generar acuerdos tanto con el gobierno como con el oficialismo. En este análisis, los presentes coincidieron en que un problema para avanzar en un acuerdo de estas características es justamente la desconfianza que existe actualmente en el país.
En alusión a las críticas de Andrade, Velozo aseguró que la directiva que encabeza la senadora ha sido capaz de organizar y coordinar al bloque. Recordó que lo hizo en temas como el conflicto vivido con el Servel tras el rechazo del organismo para inscribir las candidaturas a primarias legales, en haber logrado que la coalición se comprometiera a llevar un candidato a alcalde único para las elecciones municipales y también destacó los esfuerzos de la mesa para lograr avances en la reforma laboral en el Congreso.
Tras la defensa de Velozo, Elizalde y Díaz coincidieron en plantear que el PS sí ha hecho esfuerzos por agrupar a la Nuevas Mayoría, pero insistieron en la necesidad de generar un acuerdo de mayor magnitud. Ahí hubo convergencia es que hay que aunar esfuerzos con la DC especialmente y también el PPD.
En este contexto, algunos de los presentes, liderados por Andrade, intervinieron para solicitar que se incorpore en las conversaciones de este posible acuerdo al mundo empresarial. Esto, con el objetivo de contribuir a la reactivación económica, en medio de los reclamos de empresarios que han planteado que las reformas del gobierno han generado incertidumbre en la inversión.
Según algunos de los invitados a la residencia del pánzer, Allende apoyó la idea, pero planteó que deben ser conversaciones por separado y admitió que no será tarea fácil porque ambos sectores han mostrado cierta intransigencia.
El análisis de Aleuy
El subsecretario del Interior compartió en general los comentarios críticos sobre el momento que atraviesa el gobierno. Advirtió que la crisis de probidad producto de los escándalos de corrupción y el financiamiento irregular de la política acompañarán al Ejecutivo hasta el último día de su gestión, y será un problema que La Moneda deberá maniobrar dentro de sus posibilidades.
La Mandataria enfrenta desde febrero 2015 el polémico caso Caval, en el que Natalia Compagnon, esposa de su hijo, Sebastián Dávalos, fue formalizada por supuestas irregularidades en la compra de predios en Machalí. En el bloque todos son conscientes de que la investigación que lleva adelante la Fiscalía de O´Higgins se extenderá por más de un año.
Con todo, Aleuy reclamó por la falta de lealtad con la Presidenta desde su propio sector político y solicitó unidad con el gobierno.
El subsecretario incluso coincidió con Andrade respecto de la opción de acelerar la carrera presidencial. Esto, porque a juicio de Aleuy, la “lucha del poder” ordena las militancias, razón por la cual el PS debía definir luego a su candidato a La Moneda.
Además, el subsecretario fustigó al colectivo por el trabajo que la Nueva Mayoría ha realizado para las elecciones municipales del 23 de octubre, tomando en cuenta que para el sector, los resultados de esos comicios son una antesala de las elecciones presidenciales.
El subsecretario, además, transmitió a los presentes que el trabajo que ha desarrollado el bloque ha sido insuficiente, críticas que coinciden con el retraso de los siete partidos para coordinar a sus candidatos conjuntos en más de una veintena de comunas.
Nuevos encuentros
Eran pasadas las 12 de la noche y los comensales ya se habían enterado a través de sus celulares de la derrota de la selección chilena por dos goles contra uno ante Argentina.
La cita estaba por concluir y aunque no hubo una instrucción clara para que los presentes comenzaran a tantear la idea de un acuerdo de gobernabilidad con los partidos de la Nueva Mayoría, Allende quedó de conversarlo con algunos dirigentes del bloque.
Antes de despedir a los invitados, Insulza les expresó a todos su disposición a volver a reunirse en las próximas semanas.
El «Fuego Amigo»
El ex ministro y actual agente chileno ante La Haya, José Miguel Insulza, pidió a la Nueva Mayoría a terminar con el “fuego amigo”, ya que a su juicio uno espera que sea la oposición la que “dispare” y que atacar a los ministros en lugar de atacar a la derecha, “ciertamente estamos creándonos problemas”.
En entrevista con El Mercurio, Insulza responde que el “fuego amigo” daña “muchísimo. Uno espera de la oposición que dispare. Pero cuando la situación llega a un punto en que todo lo que hacen los ministros es objetado, cuando dirigentes de partidos de gobierno ante un cambio de ministro del Interior aparecen diciendo que no basta eso, que hay que sacar a otro, eso dificulta mucho la gestión de gobierno”.
En ese sentido, explicó que “nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. El desprestigio de la política alcanza tanto a los que dicen esas cosas como a los otros. La pena es que no se den cuenta de eso”.
Y añade que “creo que atacando todo el día a los ministros, en lugar de atacar a la derecha, ciertamente estamos creándonos problemas”.
Además, aborda el tema de la salida de Jorge Burgos del Ministerio del Interior, indicando que el rol que tenía era significativo, rechazando los cuestionamientos al papel que ejercía en la cartera y que era insostenible su permanencia.
“Yo sé cómo pasan las cosas y la opinión que Burgos daba era una opinión importante y mucho más escuchada. Lo que pasa es que él no salía a vanagloriarse de eso, como algunos otros. Creo que su salida va a afectar. Ahora creo que va a tener un reemplazo adecuado”, explicó.
Sobre el sello que tendrá Mario Fernández en el cargo que ocupaba Burgos, Insulza estima que fortalecerá el diálogo y la relación política, ya que “él tiene algo muy importante: es una persona que se lleva bien con la gente, de buen carácter, no ejerce la autoridad a los gritos, es un hombre tranquilo, y espero que Mario le ponga un sello de tranquilidad a la gestión del gobierno”.
Sobre los cuestionamientos a Fernández por su posición al aborto, el ex ministro señala que “yo me atengo a las declaraciones. Él ha dicho que respalda el proyecto en sus tres causales, sin ningún pero. Y Mario siempre dice lo que piensa. Si no le gustara, se lo habría dicho a la Presidenta desde el principio”.
Tarud critica a Insulza
El diputado del PPD, Jorge Tarud, se lanzó con todo contra el agente de Chile ante La Haya, José Miguel Insulza, criticándolo por su intervención en política contingente del país y acusándolo de ser desleal con el gobierno de Michelle Bachelet.
El legislador oficialista rechazó en forma categórica las intervenciones de Insulza, señalando que estas “solo provocan desunión en los sectores políticos de nuestro país ante un tema de Estado, en donde siempre hemos actuado en forma unitaria con los agentes de Chile dedicados exclusivamente a la tarea de la defensa jurídica ante la Corte de La Haya”.
Agregó que “ya en dos oportunidades la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados le ha enviado oficios al Gobierno por unanimidad manifestando nuestra preocupación por la actitud del agente Insulza, en consideración a que éste no descarta estar utilizando el cargo de agente para eventuales candidaturas, interviniendo frecuentemente en temas que no son propios del cargo como por ejemplo: firmar cartas de apoyo al ex presidente Lula, interviniendo en la defensa de Longueira, criticando el proceso constituyente del Gobierno y otras intervenciones que solo han producido división y que, en definitiva, reflejan el no cumplimiento de su palabra con la presidenta Bachelet, porque al ser designado agente se comprometió a tener dedicación exclusiva al cargo”.
“Más aún, hoy día vemos en un periódico nacional una filtración completa de una reunión sostenida en su residencia, en donde se realizan fuertes críticas al Gobierno y a la propia Presidenta de Chile, hechos que solo pudieron ser transmitidos a la prensa por los propios participantes de dicha reunión y con fines políticos insospechados”, señaló.
Para el parlamentario, el agente Insulza “ha sobrepasado todos los límites”, e indica que “es de los que todavía piensan que se pueden repartir Chile en el München o bien en su casa y hacer arreglines políticos en forma transversal y como lleva 10 años fuera de Chile no se ha percatado que eso se terminó y que Chile cambió”.
Finalmente, el legislador fue enfático en señalar “este tipo de filtraciones a la prensa constituyen una deslealtad hacia la presidenta Bachelet”.
Fuente: Edición Original La Tercera-El Mercurio-El Mostrador
Fotografía: La República


