Oposición pide garantías de ecuanimidad en proceso constituyente

Oposición pide garantías de ecuanimidad en proceso constituyente

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Desde hace semanas que el ex mandatario venía inquieto por el tema: advertía “debilidades” en la forma en que el conglomerado opositor está encarando el proceso, en particular porque avanzaba su convicción respecto de que La Moneda estaba dando un “sesgo” al debate.

El despliegue de ministros en terreno, que el sábado 16 se activó desde el gobierno para llamar a participar en la discusión por una nueva Constitución, fue la gota que rebasó el vaso para Piñera y lo llevó a tomar una actitud proactiva sobre la reforma constitucional impulsada por Michelle Bachelet.

“No se están respetando las reglas mínimas de participación y de transparencia, por lo tanto, va a ser un trabajo que creo va a terminar siendo bastante estéril (…); se va a consumar lo que yo creo que es una trampa política”, señaló el ex ministro Andrés Chadwick sobre esa actividad a primera hora del lunes 18, en la antesala a la cena que encabezó el ex mandatario con los líderes de los partidos de oposición.

Según varios asistentes a la cita, en esa oportunidad Piñera sinceró su diagnóstico sobre un proceso constituyente que, a su juicio, “comenzó mal en su origen”. En particular, el ex mandatario es crítico del rol que se ha dado al Consejo de Observadores, porque -pese a sus recomendaciones- los facilitadores de los diálogos y cabildos ciudadanos terminaron siendo casi un 40% de funcionarios públicos y también los consejeros estarán fuera de la redacción de las conclusiones finales. A ello se suma -según ha manifestado en privado- el despliegue del gabinete y la propia Mandataria en las convocatorias al proceso.

En ese cuadro, Piñera demandó a los presidentes de la UDI, Hernán Larraín; del PRI, Alejandra Bravo; de RN, Cristián Monckeberg, y de Evópoli, Felipe Kast, todos comensales en la cena, a adoptar no sólo una posición única, sino que a la brevedad, sobre el rol que la oposición va a desempeñar en el proceso.

“Es muy importante el diagnóstico que tiene el Presidente Piñera, porque es coincidente al menos con lo que piensa gran parte de Chile Vamos. La mirada que él tiene del proceso constituyente es de que éste no ha sido honesto y no se han dado las garantías suficientes”, explicó Bravo a Reportajes.

DESACUERDO

En el comedor de su casa, el ex mandatario vio con satisfacción que sus dudas y aprensiones sobre el proceso constituyente impulsado por La Moneda eran coincidentes con las de los líderes de Chile Vamos.

Más de alguno recordó al ex jefe de Estado que a fines de marzo los cuatro timoneles enviaron una carta al gobierno en la que señalaron una serie de reparos al debate y que -en esa oportunidad- el ministro del Interior, Jorge Burgos, respondió pidiéndole al conglomerado que no se autoexcluyera de la discusión por la nueva Constitución. “Nos interesa la más amplia participación y, por cierto, la de ustedes”, escribió Burgos.

Y es que desde ya varias semanas, los presidentes y secretarios generales de Chile Vamos vienen analizando con inquietud los desencuentros entre el gobierno y el Consejo de Observadores Ciudadanos -encargados de dar garantías a la discusión- respecto de procedimientos y sobre la estrategia comunicacional de La Moneda.

Las tensiones han llegado a tanto que ya se produjo la primera renuncia al organismo por diferencias con La Moneda: el empresario José Miguel García. A ella -según se señala en las filas opositoras- se podría sumar en los próximos días la del abogado Gastón Gómez.

En medio de ese escenario y pese a compartir los cuestionamientos a la forma en que el gobierno ha llevado adelante el proceso para una nueva Carta Magna, en Chile Vamos no hay acuerdo sobre un tema clave: marginarse en bloque o llamar a participar del proceso constituyente.

Piñera -según los asistentes- escuchó con atención las intervenciones de cada timonel opositor. El problema se produjo cuanto tomó la palabra el líder de Evópoli, Felipe Kast.

El diputado manifestó que su recién conformado partido no había adoptado una decisión sobre la participación de sus militantes y adherentes en el proceso de cambio a la Constitución y que -si lo apuraban- Evópoli estaba por participar del proceso impulsado por el gobierno por varias razones. En primer lugar destacó que -aunque existe riesgo de manipulación oficialista en el proceso- la presencia de la derecha es importante para hacer valer sus posiciones. Además, se pueden pagar costos por invalidar un proceso que aún no está desplegado en sus potencialidades y que hay que romper con el estigma de la defensa a la Constitución de Pinochet.   

Los dichos de Kast generaron sorpresa en Piñera, ya que momentos antes, tanto los timoneles de la UDI y el PRI y con matices RN se habían inclinado porque el bloque opositor se margine formalmente del proceso constituyente convocado por La Moneda. La postura de Evópoli rompía el consenso en torno al tema.

Pese al impasse, Piñera demandó al conglomerado llegar a un acuerdo y comunicar en breve plazo su postura ante la opinión pública.

NUEVA ESTRATEGIA

La irrupción del ex mandatario en este debate aceleró las definiciones del conglomerado en torno al tema. En los días siguientes se terminó -por ejemplo- por sellar un acuerdo clave. Así, se determinó que Chile Vamos no se marginará de la discusión constitucional y -más aún- se presentará una propuesta de cambio constitucional de todo el bloque. 

El texto emanará de una comisión que está funcionando desde hace cuatro meses y que el viernes 22 realizó una de sus últimas reuniones de trabajo para terminar de afinar el documento que se espera -antes de lanzarlo públicamente- sea aprobado por cada partido en las instancias correspondientes.

Lo que aún está pendiente es dónde se defenderá la propuesta: si en el proceso constituyente convocado por el gobierno o en instancias paralelas, como debates en universidades o medios de comunicación.

A la espera de una definición de consenso del bloque sobre la participación de militantes y adherentes al proceso constituyente y para evitar que se produzca un quiebre sobre el tema, en Chile Vamos comienza a tomar forma una alternativa a para dirimir esta disyuntiva.

En esa línea, toma fuerza la posibilidad de dar al gobierno en los próximos días una suerte de ultimátum, donde se pedirán una serie de garantías al Ejecutivo para que se asegure “ecuanimidad” en el proceso. De lo contrario, se dará luz verde a la alternativa más categórica: anunciar en bloque a la ciudadanía que Chile Vamos no “validará de ninguna forma” el proceso que se ha impulsado desde octubre del año pasado desde La Moneda.

El anuncio de una eventual marginación del proceso constituyente de la oposición -según aseguran en el conglomerado- podría ser encabezado por el propio Piñera, en lo que constituiría un rol de primera línea en un golpe a la última reforma emblemática que impulsará Bachelet. (La Tercera)

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