“Que se pasa mal, se pasa mal”, admite el senador y presidente de la DC, Jorge Pizarro, respecto a la labor política. Esto, en una semana que volvió a golpearlo con fuerza tras los resultados de la encuesta del CEP.
Su polémico viaje al Mundial de Rugby en Inglaterra tras el terremoto que afectó a la Región de Coquimbo -que él representa- y la vinculación de dos de sus hijos con el caso SQM fueron el contexto que terminó ubicándolo como uno de los políticos peor evaluados, con sólo un 12% de valoración positiva y un 57% de rechazo, el más alto de la encuesta. Y aunque no se extraña de las cifras, admite que le duele que las principales críticas vengan de dirigentes de sus filas, como del senador Ignacio Walker.
¿Por qué cree que casi todas las figuras políticas bajaron su popularidad en la encuesta del CEP?
Por la pérdida de credibilidad y confianza en la institucionalidad de la sociedad chilena, la situación económica, la baja del cobre, la incertidumbre con estos casos de colusión y otras cosas que repercuten en lo social y en lo político. Por eso hay que avanzar en la agenda de probidad, trabajar con transparencia, fortalecer la democracia interna, tener mejor sintonía con la gente y que los partidos tengamos capacidad de propuestas.
Usted bajó 17 puntos en esa encuesta. La gente sigue resintiendo lo que vivió en el último tiempo, en especial, el viaje al Mundial de Rugby. ¿Se arrepiente?
Ya dije que fue un error, pedí disculpas y creo que he pagado un costo político muy alto por ese error.
¿Es demasiado el costo?
Las encuestas son lo que son. Uno debe usarlas como elementos de análisis, y reflejan fielmente lo que pasa en el país. Lo que me hubiera extrañado es que cuando se hizo la encuesta, con toda la agresividad en mi contra, con tantas descalificaciones y hasta empresas que se metieron a abusar en esto, algo así no pasara.
¿Cree que la gente lo perdone alguna vez?
No sé si la gente me va a perdonar o no, pero en mi región yo trabajo muy tranquilo. Algunos seguirán pensando mal de mí, otros bien y valorarán mi trabajo. Lo que sí es evidente es que hay una baja evaluación a todos: a los partidos, Congreso, gobierno. Todo está en cuestionamiento.
Aunque la clase política siempre menciona lo molesta que está la opinión pública y la necesidad de recobrar las confianzas, no se ven grandes gestos en esa línea. ¿Qué esfuerzos ha hecho usted? ¿O como planteó la empresa de telecomunicaciones que usó su imagen, la “marca Pizarro” ya está dañada?
No he sido nunca una marca ni estoy aquí para transformarme en marca. Yo entiendo esto como un trabajo colectivo. Los políticos tenemos que asumir nuestras responsabilidades, y eso estoy haciendo. Y que se pasa mal, se pasa mal. Tenemos que salir de esta crisis, y para eso la agenda de probidad, hacer mejor política, ser más eficaces en la acción del gobierno.
Una cosa son las encuestas y otra distinta es que en su partido hayan críticas. El senador Ignacio Walker lo invitó a sacar sus propias conclusiones tras conocerse este 57% de evaluación negativa en la CEP.
Todos debemos sacar conclusiones: los que aparecen y no aparecen en esa encuesta. Lo que más me duele es que, salvo el liderazgo de Burgos, que es el primer DC en la encuesta, todos aparecemos muy abajo.
¿Alude a Ignacio Walker?
Y eso no es bueno para nuestro partido, que ha tenido siempre una expresión muy diversa de liderazgos. Hoy tenemos a Burgos y bastante más abajo a Patricio Walker e Ignacio Walker.
¿No teme que su alto nivel de rechazo termine perjudicando a su partido en las municipales?
La elección municipal es local. Lo más importante es llevar buenos candidatos, y ese esfuerzo lo estamos haciendo. Lo que a uno le duele son las opiniones internas del partido que se hacen públicas. La importancia política de la encuesta no es si tengo más o menos rechazo. Lo importante es hacer seguimiento de los temas ciudadanos.
Varios interpretaron los dichos de Walker como una invitación a que usted deje la presidencia del partido. ¿Lo descarta?
Yo estoy ejerciendo el mandato que me dieron las bases, con un equipo que busca generar unidad interna.
¿Mantiene su idea de retirarse de la política en 2022, cuando termina su periodo?
Hasta el momento, creo que ya llevo bastante tiempo en esto. Uno nace y muere haciendo política, pero se puede hacer en distintas partes.
¿Y sigue pensando que no va a repostular?
Hasta el momento, sí.
¿A qué se podría dedicar después?
A seguir vinculado a mi partido, vinculado en temas de capacitación, concentrarme más en mi región. Uno nunca sabe, pero esas son las aspiraciones.
Liderazgo de Burgos
Ya que menciona su preocupación porque figuras de la DC no marcan en la CEP, ¿qué le parece la irrupción del ministro Burgos? ¿Podría convertirse en una buena opción presidencial?
Me alegro mucho que Jorge esté bien posicionado, porque es reflejo de su trabajo en el gobierno. Es un hombre moderado, tiene buen criterio, buena formación, conduce, trabaja en equipo. Es una persona que da muchas garantías, y lo que los ciudadanos necesitan son certezas en todos los ámbitos. Un liderazgo como el suyo puede ser reconocido por eso.
Se puede pensar en Jorge Burgos para el futuro.
Jorge siempre ha sido una figura importante en la DC. Tiene ese liderazgo y tiene esa figura, pero no sé si él piensa en algo más o no.
¿Pero no es un problema que la DC no tenga figuras importantes de cara a la presidencial? El PS y el PPD sí las tiene.
El tema presidencial no es relevante ahora. Se definirá después de las municipales. Todos los que aspiren a algo deben aprovechar las municipales para apoyar a los candidatos y darse a conocer.
¿Por qué cree que Ignacio Walker no aparece con altos niveles de popularidad si es el único en su partido que ha explicitado disponibilidad para ser abanderado?
Le contestaré lo mismo que él me contestó a mí: es una preocupación para el partido, y él debe sacar sus propias conclusiones.
¿Es complejo para la DC seguir adelante con un nombre que no figura en las encuestas?
La DC tiene un acuerdo de levantar una candidatura presidencial, pero todavía no define ninguna. Mientras no tomemos esa decisión, es injusto achacarle a alguien, cuando no es candidato, por qué prende o no prende en las encuestas.
