Este domingo se realizará la segunda vuelta de las elecciones regionales en Francia que buscan definir los consejos de las 13 regiones y donde en la primera vuelta el partido ultraconservador Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le-Pen, obtuvo la primera mayoría.
A dos días de que se celebre el balotaje, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, manifestó que se corre un riesgo de una posible «guerra civil» si es que llega a triunfar el FN.
«Hay dos visiones para nuestro país. Existe una visión que es la de extrema derecha, que básicamente aboga por la división. Esta división puede conducir a una guerra civil», dijo el premier en entrevista con la radioemisora France Inter.
Además, añadió que existe «otra visión, que es la de los Republicanos (partido de Nicolas Sarkozy) y los valores, de la reunión».
Si bien no habla directamente del Frente Nacional, que es liderado por la conservadora Marine Le-Pen, se trata de una nueva declaración en contra del partido.
«La extrema derecha está fundada en la estafa, porque su proyecto es una estafa», añadió el jefe de gobierno, asegurando que el FN engaña a la gente y que quienes voten por ese partido en el balotaje, lo que harán es optar por un partido racista y antisemita.
COMPARACIÓN CON TRUMP
En la entrevista, el premier francés rechazó, igualmente, las comparaciones que se han hecho del gobierno galo y su decisión de retirar la nacionalidad a los islámicos radicalizados, por la situación de emergencia que se vive en el país tras los atentados del 13 de noviembre pasado, con las polémicas declaraciones del republicano Donald Trump.
«Nunca permitiré que se comparen las declaraciones de Donald Trump o Marine Le Pen sobre los musulmanes con nuestra propuesta de retirar la nacionalidad», dijo.
Tres días después de los atentados yihadistas de París donde 130 personas murieron, el presidente de Francia, François Hollande, anunció un proyecto de ley que contempla, entre otras medidas, que se desposea de su ciudadanía francesa a aquellas personas con doble nacionalidad que consideren peligrosos por su radicalización islámica. Esta medida fue calificada como un «avance» por Le Pen.
Trump, en tanto, hizo un llamado a que se «impida por completo el ingreso de los musulmanes en Estados Unidos».


