El Gobierno habría reducido en 40% el fondo inicialmente propuesto, para cumplir con el primer año de gratuidad en la educación superior. Según personeros de la Nueva Mayoría, el ministerio de Educación (Mineduc) habría entregado la cifra de 300 millones de dólares para 2016, mucho menos de los inicialmente anunciado.
Recordemos que el 21 de mayo se anunciaron US$500 millones para comenzar con el primer paso de la gratuidad, beneficiando a 260 mil estudiantes vulnerables de los seis primeros deciles socioeconómicos.
Esas expectativas bajaron a los pocos meses, cuando el Mineduc informó de US$430 millones, reduciendo a 230 mil la estimación de jóvenes que harían uso de ese fondo, pertenecientes a los cinco primeros deciles.
Debido a la menor recaudación tributaria esperada, al incierto panorama internacional y a las actuales catástrofes, el Gobierno se ha visto en la obligación de volver a ajustar el presupuesto, teniendo como guía verdadera guía la priorización para el 2016.
En ese sentido, el diputado Pablo Lorenzini (DC), miembro de la comisión de Hacienda de la Cámara, declaró al diario La Tercera que “la última cifra que hemos conocido es que habrá US$ 300 millones para el inicio de la gratuidad, lo que entendemos son recursos frescos que se destinarán a financiar los estudios de más de 200 mil alumnos”.
En cuanto al mecanismo en que el Mineduc y Hacienda usarán para implementar la gratuidad, aún no hay novedades, a pocos días de que el ministerio de Hacienda presente a la presidenta Michelle Bachelet la Ley de Presupuesto el 30 de septiembre.
Esto último ha sido cuestionado por parlamentarios de la Nueva Mayoría, como el DC Pablo Lorenzini, y también por los rectores de universidades que aún desconocen cuáles son las que podrán aplicarán para el beneficio y cuánto recibirán.
AMPLIO RECHAZO
Parlamentarios, rectores y estudiantes rechazan la posibilidad de que el presupuesto para la gratuidad se reduzca. Si bien hay senadores y diputados que sostienen que hasta la semana pasada se hablaba de reducir los fondos de US$ 430 millones a US$ 300 millones, el gobierno no ha entregado información.
El diputado Giorgio Jackson indicó que “para que una reforma sea viable falta que el gobierno muestre todas las cartas, como son criterios de instituciones, marco regulatorio y fuente de recursos”. Y enfatizó que “desde el anuncio de la gratuidad 2016, hubimos quienes advertimos que sería complejísimo”.
Los problemas no sólo se producen por las reducciones presupuestarias que enfrenta el país y que la propia Mandataria reconoció el viernes, en un encuentro con empresarios en Nueva York.
Además, no toda la Nueva Mayoría está alineada con la idea de que la gratuidad 2016 se establezca a través de una glosa presupuestaria.
El rector de la U. Mayor, Rubén Covarrubias, planteó que “sería más sano reconocer que faltan recursos. Al país hay que hablarle con la verdad y reconocer que no es tan rico como pensamos”. Agregó que “le pedimos que revalúe la posibilidad de posponer toda decisión en esta materia”.
Su par de la U. del Desarrollo, Federico Valdés, dijo que “queda una vez más en evidencia que los recursos de los que se dispone son limitados y que se necesita focalizar la ayuda en quienes más lo necesitan, que son los estudiantes de familias más pobres, a los que se les debe dar prioridad”. Y dijo que “me imagino que con esto ( problemas presupuestarios) quedará claro hasta qué punto es absurdo pretender darle educación universitaria gratis a los hijos de las familias que sí tienen como pagar sus estudios”.
Mientras, el rector de la U. de los Andes, José Antonio Guzmán, criticó que “la diferencia entre las expectativas que se han creado en torno a la gratuidad y las posibilidades reales le hace daño al país”. Por esto, pidió al gobierno actuar “con realismo, ser claro respecto de lo que se puede y no se puede hacer y asumir el costo de esa claridad”.
El diputado Jaime Bellolio (UDI) señaló que “necesitamos saber qué significa que haya menos recursos. ¿Dejarán estudiantes desfinanciados? De una vez por todas déjense de improvisaciones e ideologismos y sean claros”.
La presidenta de la Fech, Valentina Saavedra, en tanto, afirmó que “no puede primar cuadrar la caja en vez de apuntar a una transformación sustantiva de la educación”.


