Evo gana el primer round

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«Bolivia no ha ganado nada», sentenció la Presidenta Michelle Bachelet en su primera declaración oficial una vez conocido el fallo de La Haya sobre la objeción preliminar que presentó Chile. Pero en la práctica sí lo hizo, el país altiplánico y especialmente su Mandatario, Evo Morales, se adjudicó ayer una victoria política y comunicacional no menor, dos frentes en que el despliegue de la Cancillería chilena ha sido débil en el manejo de la demanda marítima del país vecino por concentrar toda la estrategia y apostar todas las cartas a la dimensión jurídica.

Es efectivo que jurídicamente hablando y mirado a largo plazo, el fallo de La Haya –a pesar del contundente rechazo de 14 votos contra dos del tribunal internacional al recurso chileno– limita el pronunciamiento que deberá hacer esta Corte una vez discutido el fondo de la demanda boliviana a la obligación que tiene o no Chile de sentarse a negociar con el país altiplánico y si, de existir, ha incumplido con ese deber. La Corte destacó que no le corresponde determinar si Bolivia “tiene derecho a acceso soberano al mar” y que solo tendrá que “pronunciarse sobre los argumentos de cada una de las partes respecto de la existencia, la naturaleza y el contenido de la supuesta obligación de negociar un acceso soberano”.

En ese punto La Moneda y toda la clase política chilena puso el foco. “El pronunciamiento de la Corte sobre su competencia, no afecta en nada nuestra integridad territorial (…). Lo único que se ha decidido hasta ahora, es que la Corte es un tribunal apto para conocer del reclamo boliviano, sin que exista ninguna evaluación sobre lo que pretende Bolivia (…) debe destacarse muy especialmente que la Corte ha declarado que ella no podría predeterminar el resultado de una eventual negociación”, precisó la Presidenta Bachelet, minutos después que se conociera la sentencia.

Bachelet agregó que “más allá de que analizaremos en profundidad el fallo, estoy convencida que hicimos lo correcto al interponer la objeción preliminar, pues correspondía utilizar este paso procedimental al cual teníamos derecho (…) ahora estamos en la misma posición en que estaríamos si, en cambio, hubiésemos decidido entrar de lleno a contestar la demanda boliviana y no hubiésemos objetado la competencia de la Corte”.

La timonel del PS, Isabel Allende, precisó que la resolución no puede ser considerada un triunfo para Bolivia, “si lo que está diciendo la Corte es que Chile no está obligado a entregar cesión soberana de mar” y calificó como “lamentable” que se trate de “vender” al pueblo boliviano como un triunfo “algo que no lo es”, considerando que la Corte Internacional está diciendo “que jamás va a obligar a un resultado predeterminado, con eso está diciendo que Chile no está obligado a entregar territorio soberano de mar”.

Sin embargo, en la arena política y comunicacional las diferencias entre Chile y Bolivia ayer fueron notorias. Mientras en La Moneda, en el salón Montt-Varas, donde la Presidenta Bachelet escuchó el fallo acompañada del canciller, ministros, parlamentarios y dirigentes políticos de todos los sectores, abundaron las caras largas, los rostros de excesiva seriedad y preocupación, en el Palacio Quemado la imagen era diferente: Morales y sus asesores aplaudían sonrientes al escuchar la resolución, en la plaza fuera de la sede de gobierno altiplánico todo era celebración.

Bachelet dio una escueta declaración oficial de diez minutos después de conocido el fallo, en una sobria puesta en escena que apuntó a recalcar la señal de respaldo transversal ante un tema de Estado como este, habló escoltada por el canciller Heraldo Muñoz, los ministros del Interior, Jorge Burgos; de Hacienda, Rodrigo Valdés; de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre; el vocero  Marcelo Díaz y el titular de Defensa, José Antonio Gómez, además del presidente del Senado, Patricio Walker; los miembros de las comisiones de Relaciones Exteriores de ambas cámaras; y timoneles y dirigentes de todos los partidos –desde la UDI hasta el PC– con representación parlamentaria. La Mandataria no hizo más declaraciones y un par de horas después emprendió viaje rumbo a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.

En cambio Morales ayer hizo un amplio despliegue, se le vio cantando en la plaza junto a sus asesores con la bandera afirmada junto al corazón y, además, habló largo y tendido ante la prensa en tres ocasiones. Fue en una de esas intervenciones en las que dijo que «personalmente voy a buscar a la hermana Presidenta de Chile para empezar el diálogo» y agregó que no sabe cuándo podría concretarse, «pero quiero decirles, con la amistad que teníamos en su primera gestión, quiero retomar esta amistad, como Evo, como Presidenta de Chile, escuchando a sus pueblos, sé que hay soluciones, sé que podemos organizarnos para trabajar de manera conjunta, el mundo nos da la razón, eso es lo más importante».

En este tema limítrofe el aspecto político-comunicacional no es un antecedente menor. Basta recordar que a pesar del compromiso de El Vaticano con el gobierno de Chile de que el Papa Francisco no se involucraría en la demanda marítima durante la visita que hizo a La Paz en julio, finalmente eso no se cumplió y en una declaración precisó que no era injusto que Bolivia aspirara a tener acceso al mar, lo que representó un traspié para la Cancillería y la conducción del ministro Muñoz, dado lo influyente de la figura del Sumo Pontífice.

Ayer, el ex Presidente Eduardo Frei llamó a «reforzar todos los mecanismos que permitan intensificar jurídicamente los principios de derecho, que son la base de nuestra argumentación y tras los cuales está la inmensa mayoría» y, en esa línea,  hizo hincapié en que «Chile debe incrementar su campaña comunicacional para explicar con fuerza y claridad a toda la comunidad internacional los fundamentos que motivan a nuestro país, pues lo que está en juego, es decir, la estabilidad de los tratados que fijan fronteras, podría verse gravemente amenazada».

Una idea que es secundada por el diputado PPD y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, Jorge Tarud: «Comparto plenamente lo que ha dicho el ex Presidente Frei, Chile debe reforzar su campaña comunicacional, porque Bolivia ha sido exitoso en su estrategia (…) desde el punto de vista comunicacional evidentemente Molares ha tenido un logro y fundamentalmente dentro de Bolivia, está en campaña de reelección por cuarta vez y lo de la Corte le da una amplia victoria política».

Para el parlamentario, el ámbito político-comunicacional «es extraordinariamente importante», porque la Corte de La Haya «claramente no solo falla en derecho, también hay un tema de opinión publica que debe ser reforzado y rápidamente, no tanto en la diplomacia reservada, sino que en la diplomacia abierta».

En esta línea y entre las muchas declaraciones que abundaron ayer, el integrante de la Corte de Arbitraje de La Haya, Hugo Llanos destacó en el vespertino La Segunda que «Bolivia logró en la comunidad internacional posicionarse como el país que nunca había tenido acceso al mar».

El ex Presidente Ricardo Lagos salió ayer –mapa en mano y en su característico tono de cátedra– a defender la decisión de haber planteado las objeciones preliminares, que fue una idea respaldada en su momento por todos los ex mandatarios desde Patricio Aylwin, que «no está en cuestión la cesión de territorial de ningún kilómetro de Chile a Bolivia» y que «la Corte ha dicho que es competente para resolver el planteamiento de Bolivia, que lo que busca es obligar a Chile a negociar».

Para el ex jefe de Estado, «las derrotas comunicacionales no existen, las derrotas son jurídicas y jurídicamente esto es una buena decisión para el país». Usó el mapa para explicar que  Bolivia ha perdido más de la mitad de su territorio con varios países y que solo el 11% de ello corresponde a Chile y, por lo tanto, dijo que ahora lo que se debe es «especificar a América Latina y el mundo, los esfuerzos que hemos hecho para encontrar una solución adecuada. No ha sido Chile el que ha roto las relaciones diplomáticas con Bolivia».

REACTIVA

Si en el caso de la demanda limítrofe peruana que también se zanjó en La Haya en desmedro de los intereses y argumentos de Chile en enero del 2014, la crítica permanente a la Cancillería chilena durante todo el gobierno de Sebastián Piñera fue el error estratégico de aplicar la política de las cuerdas separadas con el país vecino, ahora el análisis en el caso de Bolivia apunta a una línea de acción permanentemente reactiva, sin un despliegue ni estrategia.

«Nuestra Cancillería fue muy reactiva, siempre los emplazamientos venían de Bolivia y Chile siempre respondiendo, es cierto que no podíamos caer en el juego de agresividad de Evo Morales, la Presidenta Bachelet no puede estar todas las semanas respondiéndole, pero la Cancillería y el Parlamento deben hacer un despliegue comunicacional», precisó Tarud, quien recordó que el único esfuerzo real que se hizo en estos meses fue un video que elaboró el Minrel con los argumentos de Chile ante la demanda «que solo lo vieron los chilenos y bolivianos, algunos mexicanos, no lo vio nadie».

Tanto el caso de la demanda peruana como ahora el diferendo con Bolivia ponen una vez más de relieve la importancia de una necesaria modernización de la Cancillería chilena, requerimiento que se escucha hace años más allá del ministro de turno que la dirija, que la habilite realmente para enfrentar el escenario internacional actual.

Pasado el trago amargo de ayer, viene un largo camino por delante. La Haya debe poner fechas al inicio del proceso, la Presidenta Bachelet se juntará mañana sábado en Nueva York con el agente chileno Felipe Bulnes, que se encontraba en Holanda esperando el fallo, luego se deben presentar los argumentos de fondo por lado y lado y se estima que no antes de tres años la Corte finalmente debe pronunciarse.

Pero, mientras tanto, hay consenso de que Chile debe hacer un despliegue más intenso. Si bien Allende insistió en que los fallos no necesariamente son comunicaciones, sí reconoció que ahora «lo más importante es que entramos a fondo con la contramemoria, y ahí vamos a tener muchos argumentos y obviamente les podremos explicar a los países con mayor claridad”.

Sebastián Piñera agregó que «Chile tiene que utilizar todos los instrumentos y todas las herramientas jurídicas, políticas y comunicacionales para defender con firmeza y eficacia sus legítimos derechos» y el diputado Tarud acotó que concuerda con la Presidenta Bachelet que la sentencia de ayer «no le da ni un centímetro de territorio chileno a Bolivia (…) pero si se obliga a Chile a negociar será una espina, porque Chile siempre ha dicho que no hay nada que revisar y negociar».

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