Diplomáticos sancionados por «descontrol» financiero y uso de «dólar blue»

Diplomáticos sancionados por «descontrol» financiero y uso de «dólar blue»

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El Ministerio de Relaciones Exteriores dio por cerrado uno de los capítulos más tensos de la diplomacia chilena reciente. El Canciller Alberto Van Klaveren ratificó las sanciones contra altos funcionarios de la Embajada en Argentina tras detectar una «falta de control generalizado» en el manejo de fondos fiscales. La investigación, iniciada bajo la gestión de Bárbara Figueroa (PC), expone un entramado que aprovechaba la brecha cambiaria en el país trasandino.

El informe sumarial detalla prácticas calificadas como «del todo irregulares» para una misión diplomática. El mecanismo operaba de la siguiente manera:

Pagos en efectivo: La embajada entregaba dólares físicos a proveedores bajo el argumento de que no aceptaban transferencias.

Arbitraje cambiario: Los proveedores cambiaban esos dólares en el mercado informal (dólar blue), obteniendo hasta el doble de pesos argentinos que en el mercado oficial.

Facturación irregular: Se aceptaban facturas hechas a mano, sin validación de la AFIP (ente tributario argentino), lo que impedía verificar la legalidad de los servicios.

Compras discrecionales: El excedente de pesos generado por el cambio informal se utilizaba para compras no relacionadas con el servicio original, fijando precios a discreción entre funcionarios y proveedores.

SANCIONES E IMPLICADOS

El Ministerio aplicó medidas disciplinarias a tres figuras clave por falta de vigilancia jerárquica:

Alberto Rodríguez: Exjefe de cancillería en Argentina y actual embajador en Marruecos. Recibió una anotación de demérito y multa del 10% de su sueldo.

Álvaro Arévalo: Exjefe administrativo, sancionado con anotación de demérito y multa del 5% por no supervisar al equipo contable.

Patricia Águila: Asesora de gestión, sancionada con censura y anotación de demérito por fallas en la adquisición de bienes.

El sumario también revela situaciones insólitas. El encargado de eventos, Rodrigo Contreras, realizaba personalmente compras en cadenas como Jumbo o Carrefour —pese a haber pagado a proveedores para ese fin— y acumulaba para sí mismo los puntos de fidelidad de las tiendas. Además, personal no autorizado manejaba las claves bancarias (digipass) para realizar transferencias.

CRISIS DE CONVIVENCIA Y ACOSO

Lo que comenzó como un error administrativo por un video con faltas de ortografía en un homenaje al poeta Gonzalo Rojas, derivó en una guerra interna. La situación escaló hasta el punto de que, en mayo de 2025, una veintena de funcionarios solicitaron la intervención del Canciller por el «mal clima laboral».

Actualmente, la primera secretaria Catalina Barceló mantiene denuncias por acoso contra 12 personas, incluyendo al actual embajador José Antonio Viera-Gallo, manteniendo la sede diplomática en un estado de parálisis administrativa y tensión jurídica. (NP-Gemini-Ex Ante)