El próximo 11 de marzo de 2026, Chile vivirá una jornada histórica cuando Gabriel Boric entregue la banda presidencial a José Antonio Kast en el Congreso Nacional de Valparaíso. Según trascendió este viernes, la ceremonia recuperará su aforo tradicional de 1.200 invitados, dejando atrás las restricciones de 500 personas que marcaron el cambio de mando de 2022 debido a la crisis sanitaria.
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, aclaró que, si bien el acto es organizado formalmente por el Poder Legislativo, la Cancillería ya inició las coordinaciones con el equipo del mandatario electo para gestionar el protocolo internacional y la recepción de delegaciones extranjeras.
EL MAPA DE LAS INVITACIONES INTERNACIONALES
La diplomacia chilena sigue la tradición de invitar a todos los países con los que mantiene relaciones, con excepciones políticas específicas como Venezuela y Nicaragua. No obstante, el foco está puesto en los aliados estratégicos y líderes regionales que han mostrado sintonía con Kast:
Confirmados y Probables: Se espera la presencia de Javier Milei (Argentina) y Daniel Noboa (Ecuador), tras las recientes giras del presidente electo.
Bolivia: El nuevo mandatario boliviano, Rodrigo Paz, confirmó su asistencia con el objetivo de retomar las relaciones diplomáticas formales entre ambas naciones.
El Salvador: Kast extendió personalmente una invitación a Nayib Bukele, expresando su deseo de contar con su presencia en Valparaíso.
Estados Unidos: El equipo de Kast aspira a una representación de alto nivel de la administración de Donald Trump, mencionando como posibles asistentes al vicepresidente JD Vance o al secretario de Estado, Marco Rubio.
COORDINACIÓN Y PROTOCOLO
Para asegurar el éxito de la jornada, la Oficina del Presidente Electo (OPE) designó al exembajador James Sinclair como el nexo oficial con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Sinclair ya sostiene reuniones con el canciller Alberto van Klaveren para definir la logística de las delegaciones y los eventos paralelos que tradicionalmente acompañan el traspaso de mando.
Este cambio de mando no solo representa un giro político, sino también el retorno de la solemnidad republicana a plena capacidad, proyectando la imagen de Chile hacia la comunidad internacional en el inicio de un nuevo ciclo gubernamental. (NP-Gemini-Emol)



