El senador de la Democracia Cristiana, Iván Flores, manifestó su preocupación por la crisis interna que atraviesa la colectividad. Advirtió que, si el Tribunal Supremo concreta la expulsión de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se producirá un nuevo quiebre.
La controversia surgió tras el encuentro de Frei con José Antonio Kast durante la pasada campaña presidencial. La dirigencia de la DC, encabezada por Francisco Huenchumilla, entregó los antecedentes al tribunal tras considerar que la cita fue inapropiada.
Flores señaló esta mañana que no comprende la magnitud del castigo pretendido por el partido. A su juicio, un reclamo o una amonestación habrían sido suficientes en lugar de iniciar un proceso que busca la salida del expresidente.
El senador recordó que el partido ya ha tenido dificultades previas con su Tribunal Supremo. Enfatizó que la insistencia en la expulsión agrava la división interna en un momento de fragilidad política para la falange nacional.
Por su parte, el expresidente Frei respondió formalmente a las acusaciones mediante un documento de siete páginas. En el escrito, el exmandatario denunció la existencia de un «prejuzgamiento» por parte del organismo disciplinario de su colectividad.
Frei argumentó que en la acusación solo se hace referencia a la existencia de una reunión, sin mayores sustentos. Precisó que el encuentro ocurrió en su domicilio particular y que no encontró motivos válidos para rechazar la audiencia solicitada.
En su defensa, el exjefe de Estado sostuvo que reunirse con cualquier figura política no atenta contra los principios partidarios. Frei ha evitado dar declaraciones adicionales a la prensa, limitándose a llamar al diálogo en el mundo político.
La dirigencia liderada por Huenchumilla mantiene su postura de que el acto administrativo debe seguir su curso. Mientras tanto, la militancia de Frei permanece suspendida, a la espera de una resolución definitiva que determine su futuro político. (NP-Gemini-Emol)



