El equipo económico de José Antonio Kast, instalado en la denominada «Moneda chica» de Las Condes, concluyó el diseño de su hoja de ruta para los primeros tres meses de gobierno. El plan, denominado Desafío 90, prioriza una ambiciosa reforma tributaria liderada por el economista Bernardo Fontaine.
El eje central de la propuesta busca reducir el impuesto de primera categoría a las empresas de manera gradual, pasando del veintisiete por ciento actual hasta alcanzar un veintitrés por ciento en 2029. Para las pymes, el programa establece una tasa fija del doce coma cinco por ciento.
Para incentivar el empleo, Kast implementará un crédito tributario para las empresas que contraten trabajadores, permitiéndoles rebajar un porcentaje de su planilla de sueldos de sus impuestos. Esta combinación de medidas generaría una merma fiscal estimada en tres mil quinientos millones de dólares anuales.
El financiamiento de estas rebajas provendrá de un recorte del gasto público de seis mil millones de dólares en dieciocho meses. Sin embargo, expertos advierten que el complejo escenario fiscal heredado y el déficit estructural del país podrían dificultar el cumplimiento de estos plazos.
El programa también contempla la eliminación paulatina de las contribuciones para adultos mayores y un proyecto de invariabilidad tributaria para grandes inversiones. La credibilidad del plan dependerá de la capacidad del nuevo gobierno para demostrar que los recortes de gasto compensan efectivamente la menor recaudación.
Durante su reciente gira a Buenos Aires, el presidente electo José Antonio Kast sostuvo una reunión clave con el mandatario argentino Javier Milei. En paralelo, trascendió que Kast propuso formalmente al economista chileno-estadounidense José Luis Daza integrarse a su equipo económico para marzo de 2026.
Daza, quien actualmente se desempeña como viceministro de Economía en el gobierno de Milei, es visto como una pieza fundamental para dar señales de rigor fiscal y confianza a los mercados internacionales. Su eventual incorporación reforzaría la estrategia de reducir el tamaño del Estado y atraer inversión extranjera.
El plan de Kast no solo contempla la rebaja de impuestos, sino que requiere de una figura con experiencia técnica para ejecutar los complejos recortes de gasto público prometidos. La presencia de Daza buscaría dar viabilidad técnica a la meta de ahorrar seis mil millones de dólares en dieciocho meses.
La coordinación entre el equipo instalado en Las Condes y expertos internacionales subraya el carácter global que Kast pretende imprimir a su gestión financiera. El objetivo es posicionar a Chile nuevamente como un destino altamente competitivo para los capitales y la innovación tecnológica.
A medida que se acerca la fecha del cambio de mando, los nombres del futuro gabinete económico se vuelven la mayor prioridad para calmar la incertidumbre. La confirmación de figuras como Daza o Fontaine será determinante para el éxito del «Desafío 90» en sus primeras semanas. (NP-Gemini-Pulso)



