El debate presidencial, a pocos días de la segunda vuelta, se caracterizó por la alta tensión entre José Antonio Kast y Jeannette Jara. La discusión escaló rápidamente después de que ambos candidatos se comprometieran a renunciar a sus militancias (Republicano y PC, respectivamente) si llegaban a La Moneda, enfocándose en temas clave de seguridad y política social.
El primer punto de conflicto fue la postura sobre indultos y conmutación de penas. Jara emplazó a Kast, señalando que «no es correcto» que él y su partido promuevan beneficios para violadores de niños, exigiendo «señales claras en contra de la delincuencia». Kast respondió negando que su programa libere a delincuentes graves y acusó a sus oponentes de haber dado «pensión de gracia a pedófilos».
Otro tópico álgido fue la migración irregular, donde Jara cuestionó las «declaraciones contradictorias» de Kast respecto a los 330 mil migrantes irregulares en Chile. El candidato de derecha elevó la tensión al responder: «Todas las anteriores ahora juntas», lo que Jara catalogó como la creación de una «puerta giratoria fronteriza». Kast, por su parte, recriminó la gestión del actual Gobierno en esta materia.
En las preguntas cruzadas, Jara interrogó a Kast sobre su «tono divisorio» y si el país se beneficia de su constante crítica. Además, lo emplazó a aclarar si eliminaría la Ley de 40 Horas en pymes. Kast aseguró: «No vamos a tocar las 40 horas», comprometiéndose a mejorar la seguridad para que los ciudadanos puedan disfrutar de su tiempo libre con la garantía de llegar a su casa sin temor.
ANÁLISIS
El debate Anatel, el último cara a cara presidencial, se caracterizó por su intensidad, con José Antonio Kast y Jeannette Jara enfrascados en tensos intercambios a cinco días del balotaje. A diferencia del debate anterior, Kast mostró mayor asertividad y seguridad, logrando «salvar los muebles» y proyectar una imagen de cambio, frente a una Jara que pareció por momentos arrinconada por los dardos del republicano.
El punto más álgido fue el tema de los indultos. Jara acusó a la tienda de Kast de promover la conmutación de penas para «pedófilos y violadores de niños», lo que Kast negó, aunque sí ejemplificó casos de crímenes de lesa humanidad donde revisaría las penas, dejando la duda flotando al no responder si vetaría una ley de ese tipo. Jara citó su frase recurrente, «tranquilízate un poquito», para intentar frenar la vehemencia de Kast.
En probidad y corrupción, Jara apuntó a la inconsistencia de Kast para auditar el aparato público y citó el caso Ojeda. Kast contraatacó con uno de los momentos más determinantes: citó las reuniones de Jara con Pablo Zalaquett y representantes de empresas sin registro por Ley de Lobby, golpe que la candidata acusó. Ambos se comprometieron, además, a renunciar a sus militancias si ganan.
El bloque de migración se caracterizó por la «cacofonía» de los candidatos, que se superpusieron sin lograr un diálogo fluido. Kast acusó a Jara de usar el tema para «generar harto odio». Además, el debate concluyó sin que Jara lograra descontar los puntos suficientes en las encuestas para revertir el amplio liderazgo que mantiene el candidato republicano. (NP-Gemini-La Tercera-Emol)



