Boric quiere «eutanasiar» a Kast-Roberto Astaburuaga

Boric quiere «eutanasiar» a Kast-Roberto Astaburuaga

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No se aguantó. Aceleró al máximo la votación del proyecto de ley de eutanasia en el Senado justo la última semana electoral. Su descarado intervencionismo electoral reapareció en un último intento desesperado para forzar su discusión, buscando abrirle un flanco al candidato republicano. La decisión dice mucho de la actitud de nuestro mandatario.

De forma calculada, fría y maquiavélica el gobierno usa la causa de la eutanasia para sus propios fines, sin importarle el dolor de quienes supuestamente accederían a ella si se legalizara. Si hace un par de meses evitó que la votación del proyecto de ley calzara con su visita al Papa León XIV, ahora intenta provocar la votación para perjudicar al candidato presidencial de la oposición. Las promesas de sus cuentas públicas se las lleva el viento. Las urgencias las maneja a conveniencia según lo que la contingencia le indique. En política no todo vale y con el dolor no se juega.

Para el Presidente, hay que ocupar o hacer lo que sea con tal de evitar que Kast llegue a ser Presidente de Chile. En el fondo, le da lo mismo que se apruebe o se rechace la eutanasia. No le importa. Lo que le importa es incomodar a Kast (aún cuando él ya dijo que vetaría la ley). Para Boric, la eutanasia es simplemente un peón más en el tablero electoral que feliz sacrifica a cambio, ¿de qué?

Presionar para votar en época electoral un tema, literalmente, de vida o muerte, revela que ni la una ni la otra le merecen respeto. Chile ya está hasta la coronilla de tener a la muerte desatada en las calles como para que también en los hospitales, los lugares destinados para curar, sanar y aliviar, se asesine a los pacientes. Los doctores también contarán con licencia para matar. Las cosas por su nombre y sin eufemismos. La eutanasia es matar a un tercero inocente. El dolor o el consentimiento no cambian la naturaleza propia del acto.

Como ha sido la tónica en su mandato, el gobierno se cuelga de temas con aprobación ciudadana para subir un par de puntos en la aprobación dominical y empujar su agenda identitaria. X (Twitter) y las encuestas dominan sus decisiones. Existiendo mil y un temas más urgentes que atender y que requieren presupuestos, con hospitales sin remedios y proveedores con pagos atrasados, el gobierno avanza con una iniciativa woke que le cuesta al Estado más de mil millones solo en su implementación. Cuando Chile requiere con urgencia duplicar su cobertura en cuidados paliativos, la verdadera solución a los enfermos terminales o con graves dolores, Boric se da el gustito de derrochar recursos que, además, sabe que el Estado no tiene… o en realidad, no sabe cuánto tiene, como se demostró en la Ley de Presupuestos 2026.

El fantasma de la Convención Constitucional, y su mamarracho que incluía la eutanasia como un derecho constitucional (art. 68), sigue rondando en La Moneda. Todo indica que la estrategia de Boric, la suerte de su candidata presidencial y la votación del proyecto de ley en el Senado tendrán el mismo destino que el 4S: un rechazo. (El Líbero)

Roberto Astaburuaga