Sobre la recurrente violencia que significan las acciones de estos encapuchados, cabría preguntarse cómo sería el actuar de las instituciones y la sociedad si esto ocurriera en las puertas de un establecimiento particular ABC1 del sector oriente de Santiago.
Creo que el primer querellado sería el director del establecimiento, se identificaría a los responsables rápidamente y sus padres deberían asumir los cargos y pagar los daños.
Que ello no ocurra en los establecimientos públicos no es más que discriminación y abandono del que menos tiene y más necesita. (El Mercurio Cartas)
María Paz Valenzuela B.
Arquitecto



