El encuentro del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC) con el candidato republicano José Antonio Kast, junto con las declaraciones de coincidencias en temas fundamentales, generó un fuerte impacto en el comando de la abanderada de Unidad por Chile, Jeannette Jara. La noticia reabrió el dolor que Jara había manifestado previamente por el rechazo del exmandatario a sumarse a su candidatura.
En medio del remezón provocado por la foto de cara al balotaje, la senadora y vocera del comando de Jara, Alejandra Sepúlveda, realizó un llamado público a la expresidenta Michelle Bachelet para que entregara un gesto de apoyo. Sepúlveda instó a una reunión, calificándola como «muy oportuno» y «realmente útil y valorado» por los adherentes de Jara.
No obstante, el recurso a Bachelet representa un «zapato chino» para el oficialismo debido al delicado panorama internacional de la exmandataria. Pese a haber prometido apoyo al ganador de la primaria oficialista, Bachelet ha mantenido un respaldo tibio a Jara debido a su aspiración por la Secretaría General de la ONU. La expresidenta necesita el apoyo del gobierno siguiente, lo que la presiona a mantener un rol de imparcialidad para no antagonizar con Kast.
Para ilustrar el compromiso del gobierno actual con su carrera internacional, el mandato de Boric ya ha dispuesto un gasto de US$ 17.423 para la campaña de Bachelet y proyecta otros US$ 40.000 hasta marzo de 2026. Consciente de esto, Bachelet ha buscado mantenerse al margen; en su última aparición pública en una actividad de gobierno, se retiró sin hacer mención a la campaña de Jara ni a la elección. Previamente, solo había ofrecido un respaldo «institucional» al sufragar, bregando por la unidad de las fuerzas democráticas y progresistas.
Por su parte, Kast ha dejado en la incertidumbre su respaldo a la campaña de Bachelet en caso de resultar electo. El candidato republicano se había manifestado molesto en septiembre, recriminando al Presidente Boric por no socializar la apuesta de la expresidenta antes de anunciarla en la asamblea general de la ONU.
En ese contexto de presión, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, se distanció de la idea de un gesto de Bachelet. Vodanovic comentó que «no creo que nadie en Chile dude de que el corazón de la Presidenta Bachelet está con Jeannette Jara», citando una reunión anterior entre ambas. Sin embargo, reiteró que el foco de la campaña debe estar en las propuestas y en los derechos ciudadanos que no están «escritos en piedra», aludiendo indirectamente a las posibles consecuencias de un triunfo de Kast. (NP-Gemini-Emol)



