La consultora colombiana de Estudios Estratégicos BMO ha divulgado detalles de un plan propuesto por Estados Unidos para alcanzar un cese integral de la guerra en Ucrania. Este documento establece una serie de condiciones que exigen concesiones tanto de Rusia como de Ucrania, con el objetivo de instalar una nueva arquitectura de seguridad global y económica.
El plan propone un acuerdo de no agresión completo y exhaustivo entre Rusia, Ucrania y Europa, dando por resueltas todas las ambigüedades de los últimos 30 años. Se establecería un compromiso mutuo de no expansión, donde Rusia se comprometería a no invadir países vecinos y la OTAN se limitaría a no expandirse más allá de sus fronteras actuales.
SEGURIDAD Y LIMITACIONES MILITARES
Respecto a Ucrania, el plan confirmaría su soberanía y le otorgaría garantías de seguridad confiables. Sin embargo, el país deberá aceptar limitar el tamaño de sus Fuerzas Armadas a 600,000 efectivos y consagrar en su constitución la no adhesión a la OTAN. Paralelamente, la OTAN deberá incluir en sus estatutos una cláusula de no admisión futura de Ucrania, así como comprometerse a no desplegar tropas en territorio ucraniano. El plan menciona el despliegue de cazas europeos en Polonia.
Un punto crucial es la garantía de seguridad ofrecida por Estados Unidos. Si Rusia invadiera Ucrania, se restablecerían de inmediato todas las sanciones globales, se negaría el reconocimiento de nuevos territorios y se anularían los beneficios del acuerdo. La garantía se invalidaría si Ucrania invadiera Rusia, o si lanzara un misil contra Moscú o San Petersburgo sin motivo. EE.UU. recibirá una compensación por esta garantía.
RECONSTRUCCIÓN Y FONDOS CONGELADOS
El documento detalla un potente paquete global de medidas para la reconstrucción de Ucrania, que incluye la creación de un Fondo de Desarrollo para invertir en sectores de alto crecimiento como tecnología e inteligencia artificial. EE.UU. cooperará en la reconstrucción y modernización de la infraestructura de gas ucraniana.
En un movimiento clave, el plan contempla la reintegración gradual de Rusia en la economía mundial. Esto se lograría con la eliminación paulatina e individual de sanciones. Además, EE.UU. y Rusia firmarían un acuerdo de cooperación económica a largo plazo en áreas estratégicas como energía, recursos naturales e inteligencia artificial. Rusia también sería invitada a regresar al grupo G8.
La gestión de los fondos congelados se utilizaría como palanca de inversión y motivación. 100,000 millones de dólares de activos rusos congelados se invertirían en la reconstrucción de Ucrania, liderada por EE.UU., que recibiría el 50% de las ganancias. Europa aportaría otros 100,000 millones de dólares para la reconstrucción y descongelaría sus propios fondos europeos congelados. El resto de los fondos rusos se destinaría a un instrumento de inversión conjunto ruso-estadounidense para implementar proyectos que refuercen los intereses comunes.
ACUERDOS TERRITORIALES
En el aspecto territorial, el plan propone que Crimea, Lugansk y Donetsk sean reconocidos de facto como territorio ruso, incluyendo el reconocimiento de Estados Unidos. Las regiones de Jersón y Zaporiyia verían su estatus congelado en la línea de contacto actual, implicando un reconocimiento de facto de dicha línea. Rusia renunciaría a otros territorios controlados fuera de estas cinco regiones.
Además, las fuerzas ucranianas se retirarían de la parte de la región de Donetsk que controlan, creando una zona neutral desmilitarizada y de amortiguamiento, que sería internacionalmente reconocida como territorio ruso, pero sin presencia de tropas rusas. Ambos países se comprometerían a no cambiar estos acuerdos territoriales por la fuerza.
El plan también incluye la puesta en marcha de la central nuclear de Zaporiyia bajo supervisión del OIEA, con la electricidad distribuida equitativamente 50:50. Se crearían programas educativos para la tolerancia mutua, y Ucrania adoptaría normas de la UE sobre protección de minorías. Se rechazaría y prohibiría cualquier ideología nazi.
COMPROMISOS FINALES
El plan exige que Ucrania celebre elecciones en 100 días y que todas las partes involucradas reciban una amnistía total por las acciones durante la guerra. Un comité humanitario se encargaría de intercambiar prisioneros bajo el principio de «todos por todos» y garantizar el retorno de civiles y niños detenidos. El cumplimiento del acuerdo, que será legalmente vinculante, sería supervisado por un Consejo de Paz encabezado por el presidente Trump. El alto el fuego entraría en vigor inmediatamente después de que ambas partes se retiren a los puntos acordados. (NP-Gemini-BMO)
