El Partido Socialdemócrata de Dinamarca, liderado por la primera ministra Mette Frederiksen, ha sufrido una contundente derrota en las recientes elecciones municipales, perdiendo la emblemática alcaldía de Copenhague y poniendo fin a más de un siglo de dominio en la capital. El revés a su candidata, Pernille Rosenkrantz-Theil, ha simbolizado el descontento popular que ha afectado al partido en gran parte del país.
A nivel nacional, el partido de Frederiksen solo logró obtener el 23,2% de los votos, lo que significa una caída de cinco puntos porcentuales en comparación con las elecciones municipales de 2021. Los socialdemócratas perdieron terreno en 87 de los 98 municipios de Dinamarca, cediendo apoyo en ciudades como Frederikshavn y Gladsaxe.
La derrota más significativa se produjo en Copenhague, donde el partido socialdemócrata cayó al 12,7% de los votos. La Alianza Rojiverde se convirtió en la fuerza más votada de la capital con el 22,1%, y su candidata, Sisse Marie Welling, del Partido de la Izquierda Verde, será la nueva alcaldesa, tras apartar a los socialdemócratas de las negociaciones para formar gobierno local.
A pesar de la debacle general, el partido logró retener las alcaldías en otras dos importantes ciudades. En Aarhus, el actual alcalde socialdemócrata Anders Winnerskjold obtuvo casi uno de cada cinco votos, asegurando su mandato. En Aalborg, Lasse Frimand Jensen consiguió el 32,2% de los votos, si bien esta cifra también representa una disminución de cuatro puntos respecto a los comicios anteriores.
En cuanto a la oposición, el Partido Liberal experimentó un ligero declive, reteniendo el 17,9% del apoyo a nivel nacional. Por su parte, el Partido Popular Conservador logró obtener buenos resultados electorales, manteniendo 16 alcaldías en todo el país, aunque no consiguió recuperar la alcaldía de Frederiksberg. (NP-Gemini-La Tercera)



