El partido Socialdemócrata de la Primera Ministra danesa, Mette Frederiksen, se enfrenta a un posible «terremoto político» en las elecciones municipales y regionales que se celebran este martes. El epicentro de esta revuelta se sitúa en Copenhague, donde la centroizquierda podría perder el control del ayuntamiento por primera vez en 122 años, en medio de una creciente desilusión de los votantes.
Las encuestas sugieren una derrota para la candidata socialdemócrata, la exministra Pernille Rosenkrantz-Theil, quien fue elegida personalmente por Frederiksen. Los sondeos predicen una posible derrota en ciudades que históricamente han sido bastiones del partido.
CRISIS DE LA VIVIENDA
La principal causa de la revuelta es un problema urbano común: el precio desorbitado de la vivienda. Tras décadas de transformar Copenhague de un humilde puerto a una de las capitales más habitables y caras de Europa, el partido socialdemócrata paga las consecuencias de la prosperidad que ayudó a crear. La socióloga Lise Nytoft Bergmann señaló que el precio de un departamento promedio en la capital ha aumentado un 20% en el último año y un 29% en los últimos cuatro.
La crisis de vivienda ha sido particularmente perjudicial para la base electoral histórica de los socialdemócratas. El comentarista Bent Winther indicó que el número de trabajadores sindicalizados, obreros y del sector público que tradicionalmente votaban por el partido ha disminuido, ya que «los que quedan… ya no pueden permitirse vivir aquí».
GIRO A LA DERECHA
Sin embargo, la crisis inmobiliaria no lo explica todo. El control socialdemócrata se ha debilitado debido a factores multifactoriales, incluyendo la incapacidad de la candidata Rosenkrantz-Theil (exministra de Asuntos Sociales y Vivienda) para abordar la crisis durante su etapa en el gobierno nacional. Line Barfod, candidata de la Alianza Rojo-Verde de extrema izquierda, propone construir 41.000 nuevas viviendas para 2040, de las cuales la mitad serían públicas, bajo el lema «Una Copenhague asequible para todos».
Además, existe cansancio y frustración con las políticas de línea dura de Frederiksen a nivel nacional en temas de integración e inmigración, las cuales han llevado al partido a un «desplazamiento político hacia la derecha». Karoline Lindgaard, candidata por el partido verde Alternativa, acusó a los socialdemócratas de haberse convertido en un «partido populista de derecha» en temas sociales y migratorios. Según Lindgaard, esta maniobra estratégica cínica, destinada a evitar la pérdida de votantes hacia la extrema derecha, ha provocado que sus propios votantes se sumen a la oposición.
POSIBLES REEMPLAZOS
El profesor Peter Thisted Dinesen, de la Universidad de Copenhague, afirmó que es «muy probable» que los socialdemócratas pierdan la capital, ya que su retórica antielitista a nivel nacional los ha alejado de los votantes de las grandes ciudades.
Las encuestas realizadas por Megafon para TV2 muestran que la Izquierda Verde (Socialistisk Folkeparti) y la Alianza Rojo-Verde (Enhedslisten) están en condiciones de formar una mayoría de izquierda sin depender de los socialdemócratas. Si esto se confirma, Sisse Marie Welling, de la Izquierda Verde, se perfila como una de las candidatas a convertirse en la próxima alcaldesa de Copenhague. (NP-Gemini-La Tercera Europa Press)



