La candidata presidencial oficialista, Jeannette Jara (PC), marcó claras distancias con el Gobierno durante el debate televisivo de Anatel la noche del lunes, una estrategia que, según se reporta, no fue bien recibida en el Ejecutivo, especialmente en La Moneda.
Jara se desmarcó del Gobierno en tres puntos clave:
Saludo a Milei: Afirmó que ella se habría puesto de pie para saludar al presidente argentino, Javier Milei, en contraste con la acción del Presidente Gabriel Boric en Bolivia.
Toma de San Antonio: Emplazó directamente al Gobierno a ejecutar el fallo judicial que ordena el desalojo de la toma en San Antonio.
Caso Monsalve: Recriminó nuevamente la tardanza en la salida del exsubsecretario Manuel Monsalve, un flanco que La Moneda no ha logrado cerrar.
Esta última crítica generó particular molestia, pues Jara comparó el caso Monsalve con la renuncia inmediata solicitada al exsubsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, tras ser denunciado por acoso.
Desde el comando de Jara, esta estrategia se justifica como una manera de adelantarse a posibles recriminaciones de la oposición, como ya lo hizo Johannes Kaiser respecto al caso Monsalve. El argumento interno es que, en la situación de Monsalve, la candidata oficialista tomó acciones inmediatas dentro de su propio ministerio, a diferencia de la demora percibida en La Moneda, donde el exsubsecretario aún está privado de libertad por su situación judicial.
La candidata oficialista también aprovechó para reiterar la necesidad de que La Moneda reponga la glosa republicana. En el contexto de las inminentes elecciones, la estrategia de Jara de erosionar el legado del Gobierno con un desmarque decidido busca consolidar su posición, mientras que los candidatos de oposición refuerzan sus lineamientos para captar el incierto «voto obligado» que definirá la presidencial esta semana. (NP-Gemini-El Mercurio)
