“El Canto de Aurora Parire”: epopeya de la fémina indígena latinoamericana

“El Canto de Aurora Parire”: epopeya de la fémina indígena latinoamericana

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Como vibrante y heroica epopeya de una heroína fémina andina inscrita en el tiempo y espacio interdimensional del realismo mágico latinoamericano, Rafael Ruiz Moscatelli canta con candente pasión la homérica transición vital de la particular odisea de Aurora Parire y dos cuidadoras altiplánicas, Sisa, Kuichi

El libro se estructura en tres secciones –El carrusel de los sicarios, Sisa, Kuichi y Aurora, lava viva del Licancabur y El rito- que funcionan como trilogía poética donde lo carnavalesco, lo mítico y lo marginal se entrelazan en un mismo tejido. Un viaje múltiple y sinuoso que, en su dimensión poética, es un trayecto simultáneamente lineal y circular, histórico y mítico, personal y colectivo. En ese vaivén entre lo trascendente y lo concreto, emergen sicarios y su mundo delictivo, figuras que anclan lo poético en la brutalidad de lo real, en una atmósfera que recomienda narrativa más que lirismo.

Aurora Parire, fugitiva del Sur Austral, iluminada por la montaña sagrada del Licancabur, transita de la tercera a la primera persona: de ser observada a asumirse como sujeto. En ese pasaje se cumple la trasmutación de la antigua Rosa Díaz que huye de un mal amor que “hería hundido en la rabia” porque para ella eso de “amar y odiar no era lo mío”. En ese tránsito se convertirá en figura cósmica y matriarcal, encarnación de la energía del territorio.

La mujer transita desde la vulnerabilidad del trasplantado que huye de mundos donde el pesado aliento de la muerte estremece la nuca, hasta llegar a uno en que sicarios niños matan con la inocencia del resucitado para comer. Las experiencias ayudan a la transmutación olímpica en esa clase de inmunes diosas y semidiosas que silenciosamente habitan en los entresijos de las ríspidas y gélidas montañas de la cordillera de los Andes norte y que Aurora Parire busca como ignoto refugio, huyendo del amor perverso para cambiar la vida de los más desesperados, pobres entre los pobres.

Una segunda trama es protagonizada por Jacinto y Abelardo Zambrano, sicarios que encarnan el reverso oscuro del mito de Aurora. Sus relatos de persecuciones, venganzas y asesinatos cambian el flujo lírico con una tensión narrativa que Ruiz alterna entre una voz omnisciente y otras más íntimas, modulando el registro entre prosa poética y verso narrativo, reforzando su carácter fronterizo entre poesía y novela y que otorga al lector oyente el ritmo que emerge de las distintas vivencias o la historia de Jacinto, el niño que el fiscal interroga “por la muerte de los cuatro Velosos”.

En la segunda sección, el universo poético se amplía con la aparición de Kuichi, Sisa y Salva Vilca Satiri, personajes que habitan el espacio simbólico del norte andino. Se incorpora el léxico indígena, mitos regionales, ritos de fertilidad e imaginarios del desierto y la montaña. La escritura se desplaza hacia la corriente de la conciencia, fragmentaria y visionaria, mientras Aurora adquiere progresivamente una dimensión sagrada. El clímax llega con el viaje ritual de Aurora, Kuichi y Sisa al santuario del Licancabur, donde se celebra una fiesta de purificación y fertilidad destinada a redimir a niño Jacinto, símbolo del mal y la corrupción y que hace preguntarse a Kuichi ¿Quién podía saber si se curaba la maldad», una reflexión sobre el deterioro del presente histórico que busca, a través del rito, exorcizar la violencia social y la alienación contemporánea.

La sección final, El rito, profundiza esa búsqueda de redención. Las mujeres-diosas realizan un acto ceremonial para liberar a Jacinto de su condena moral, mientras Zambrano -sicario y narrador coyuntural- asume una voz reflexiva que clausura el libro: la persecución continúa, pero se insinúa una posibilidad de renovación cíclica: Jacinto “volvería… no importaba cuándo”. El cierre, lejos de imponer una moral, abre el poema al tiempo mítico, donde el destino de los personajes permanece suspendido entre condena y salvación.

Así, El canto de Aurora Parire se revela como una obra que conjuga mito, historia y marginalidad. Su valor reside en la coexistencia de registros y ritmos -épico, lírico, narrativo, ritual- y en su articulación de una neo-mitología contemporánea del norte chileno: un territorio de desarraigo, migración y memoria, donde el canto de Aurora deviene en eco de resiliencia, transformación y de supervivencia.

El trabajo de Ruiz Moscatelli forma parte de la nueva corriente de la poesía contemporánea chilena que incorpora en su temática el territorio y paisaje natural, con lo urbano social, movimiento de personas y la migración, los efectos externos e internos del desplazamiento, la lucha por la supervivencia y el dolor y resistencia que subliman la existencia elevándola hacia lo mítico y místico

“El Canto de Aurora Parire” de la editorial “Cuarto Propio” es la más reciente obra de Ruiz Moscatelli quien ha publicado en Chile y México novelas como “Detrás de la Dulzura”, los cuentos “El cineasta que lloró de miedo”, “El Homenaje” y “El Test de Lucrecia”; las novelas “La Furia y la nada” y “Bandidos”; el libro “Cuestionario sin fin” y el ensayo “Cronosur: América del Sur 1950-2018, del desarrollismo al Feminismo”. El “Canto de Aurora Parire” se encuentra en librerías y en la propia editorial. (Adso de Melk)