A solo 19 días de la primera vuelta presidencial, los comandos de los principales candidatos han intensificado sus esfuerzos en la conquista del voto femenino, un sector considerado más volátil que el masculino y que representa una clave para el crecimiento electoral. Esta focalización quedó en evidencia en el debate presidencial del domingo, donde al menos tres abanderados —Evelyn Matthei, Franco Parisi y Johannes Kaiser— aludieron directamente a las mujeres.
La candidata del oficialismo, Jeannette Jara, consciente de que el voto femenino es uno de sus nichos más fuertes, realizó una actividad este martes centrada en la «autonomía económica de las mujeres». Sus principales propuestas incluyen garantizar el acceso universal a la sala cuna para hijos menores de dos años, ampliar el posnatal parental de cinco días a un mes, y dar «suma urgencia» a un proyecto que sancione a quienes no cumplan con los derechos laborales femeninos. En su comando incluso proyectan que, en un eventual balotaje contra Kast, un tercio de las votantes de Matthei podrían inclinarse por Jara, ya que rechazarían a su contendor por considerarlo «violento» y «machista».
Por su parte, la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, ha mantenido al electorado femenino como una prioridad central de su campaña, aunque su equipo niega un cambio de estrategia reciente. En el debate, Matthei afirmó que en Chile «la pobreza tiene rostro de mujer» y que este grupo «lo está pasando pésimo», pese a que el actual Gobierno se autodenomina feminista. La diputada Ximena Ossandón, integrante del comité político de Matthei, detalló que su programa contempla subsidios al empleo femenino, acompañamiento a víctimas de violencia intrafamiliar, aumento del estipendio a mujeres cuidadoras y mejor acceso a vivienda.
En la derecha, Franco Parisi (PDG) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) también reconocen que el voto femenino es uno de los más difíciles de ganar, pero una de sus pocas opciones para crecer. Parisi utilizó el debate para abordar la problemática de las más de dos millones de mujeres endeudadas en Dicom, proponiendo un retiro «responsable y no inflacionario» de fondos previsionales como medida de ayuda económica. En su entorno, figuras como la diputada Pamela Jiles y su hermana Zandra Parisi han asumido un rol clave para acercar al candidato a este electorado.
El caso de Johannes Kaiser es el más complejo, dada la polémica por sus declaraciones pasadas. Su equipo busca contrarrestar esta imagen reforzando el relato de que, bajo su eventual gobierno, Chile será «el mejor lugar del mundo para ser mamá». En el debate, Kaiser explicó su propuesta «PGU Mamá», que busca impulsar la natalidad con un monto adicional de pensión que podría llegar a ser el doble de la Pensión Garantizada Universal (PGU) para quienes tengan tres hijos.
Finalmente, el candidato José Antonio Kast (Republicanos) ha fortalecido su posición en el electorado femenino, a diferencia de su campaña en 2021, siendo ahora donde goza de más apoyo. Sus cercanos atribuyen este crecimiento a la moderación de su candidatura —posiblemente por la irrupción de Kaiser— y al hecho de haber eliminado de su programa las materias valóricas que le generaron flancos en el proceso anterior. Kast ha optado por centrar su discurso en las principales preocupaciones ciudadanas, como seguridad, educación y salud, que también son prioritarias para las mujeres.



